Hay novelas llevadas decenas de veces al cine a las que los realizadores vuelven una y otra vez, como Anna Karenina, de León Tolstói, sobre la que trabaja el director ruso Karén Shajnazárov, que se propone ofrecer al público una novedosa visión de la obra literaria.

"He rodado una quincena de películas: de guerra, musicales, pero en mi carrera no hay una cinta que trate sólo de amor. Y de hacer una de amor, lo suyo es rodar 'Anna Karenina', porque nadie ha escrito y, creo, nunca escribirá mejor que León Tolstói sobre las relaciones entre un hombre y una mujer", señala el cineasta.

Paralelamente al largometraje, que espera estrenar ya este año, Shajnázarov rueda una versión televisiva, que constará de ocho capítulos y se emitirá en 2017.

En una reunión con medios extranjeros, Shajnazárov admitió que una de las dificultades que presenta llevar al cine la novela del clásico ruso es que su trágico final, Anna arrojándose al paso de un tren, es por todos conocido.

Para superar este escollo, el director narra la historia que comienza con una de las frases cumbre de la literatura mundial, "todas la familias felices se parecen entre sí, y las infelices lo son cada una a su manera", desde la perspectiva de Alexéi Vronski, el amante de Anna, que casi treinta años después se encuentra con Andréi, el hijo de su amada.

Este encuentro, que no existe en la obra de Tolstói, se produce en la película en un hospital militar en Manchuria durante la guerra ruso-japonesa de 1904-1905,

"De este modo, hemos conseguido que la cinta tenga un final distinto al de la novela", afirma el cineasta, que también es director de los estudios Mosfilm, los más importantes de Rusia.

La versión de Karénina que ofrece Shajnazárov incluye numerosas escenas de la guerra ruso-japonesa, basadas en un relato de Vikenti Veresáyev, escritor ruso contemporáneo de Tolstói.

Para interpretar a Anna, el realizador eligió a Liza Boyárskaya, actriz de destacada trayectoria en el teatro y el cine.

"El de Anna Karenina es el papel soñado por toda actriz", afirma Boyárskaya, que asegura que el ofrecimiento de Shajnazárov la tomó por sorpresa.

Confiesa que prácticamente había perdido ya casi toda esperanza de interpretar al trágico personaje nacido de la pluma de Tolstói, al que ya dieron vida en el celuloide estrellas de Hollywood como Vivien Leigh y Greta Garbo e incluso la legendaria bailarina de ballet soviético-rusa Maya Plitséskaya.

"Creía que pasaría mucho tiempo antes de que se volviera llevar a la pantalla la obra y dentro de diez años el papel de Anna ya no sería para mí", dice la actriz, de 30 años.

Se declara increíblemente afortunada de tener como compañero de reparto a su marido, Maxim Matvéyev, que interpreta a Vronski.

"Así hemos tenido mucho tiempo para ensayar y compenetrarnos con los personajes", añade Boyárskaya, que destaca que en el filme "se examinan con lupa las relaciones entre Anna y Vronski y cómo este las recuerda muchos años después".

La célebre novela sobre el trágico amor de una mujer casada con un hombre mayor que se enamora de un oficial de Ejército fue escrita por Tolstói entre 1873 y 1887 y se considera una radiografía magistral de los usos y costumbres de la nobleza de Moscú y San Petersburgo de la segunda mitad del siglo XIX.

Anna Karénina fue llevada por primera vez a la gran pantalla en Rusia, en 1911, por el director francés Maurice André Maître, todavía en la época del cine mudo y desde entonces se han hecho decenas de adaptaciones cinematográficas y televisivas en numerosos países, entre ellos España, Argentina, Cuba y Brasil.

sc

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