En una entrevista con Ellen DeGeneres, Ryan Reynolds contó que si bien estuvo cubierto de pies a cabeza con maquillaje, el cual simula cicatrices (efecto secundario del súper poder de Deadpool), de todas maneras no pudo evitar ser visto desnudo en el set.

"Para trabajar desnudo solo tienes que tener una pequeña charla con el equipo de filmación al inicio del día. Dices, 'chicos, van a ver cosas que tal vez no deberían ver.' Como que capté un poco la idea de cómo es trabajar en la industria de cine para adultos. Para la hora del almuerzo, estás como, '¿oh, la ensalada griega es buena, no?' y estás totalmente desnudo parado allí", contó.

Deadpool es un rol que Reynolds quería hacer desde hace más de diez años porque consideraba que era un superhéroe muy diferente al resto, con una moral bastante dudosa y flexible. Primero consiguió interpretarlo en una pequeña colaboración en X-men Origins: Wolverine (2009) y finalmente tener su propia película.

De acuerdo a la web Box Office Mojo, Deadpool ha conseguido hasta hoy 296 millones de dólares, cifra que si continúa en aumento podría convertir a la primera aventura del “mercenario bocón” en la película para audiencias adultas más taquillera de la historia.

Mientras tanto, se sabe que  el guión de la eventual secuela ya está en desarrollo. Y Ryan Reynolds no quiere esperar para filmarla.

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