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Las oficinas en México de Fox y Paramount, dos de las distribuidoras y productoras más poderosas en Estados Unidos, desean hacer y lanzar cine comercial en los siguientes meses.
La primera tiene en plan un brazo productor que se ha retrasado por cuestiones legales.
La segunda ya se encuentran asesorando algunos guiones con el fin de que sean explotables en cine.
Por lo pronto, aseguran por separado sus ejecutivos, ya tienen a la vista algunos títulos para distribuir.
Juan Carlos Lazo es director de Fox México, empresa que ya tuvo a su cargo el estreno de El crimen del cácaro Gumaro y Guten Tag Ramón, la cuales en conjunto sumaron 3 millones de boletos vendidos. “Todavía no vamos a producir películas este año, pero sí distribuir filmes mexicanos”, señala.
“Aquí es un tanto complicado coproducir por la parte legal con los estudios en EU, pero estamos en eso; y para distribuir no está nada confirmado, aunque ya hay (títulos), lo que buscamos es algo que no sea sofisticado, sino para todo el público y podamos explotarla a nivel comercial”, subraya.
Brian Pritchett, director de Paramount México, considera que la empresa debe entrar al mercado, vaticinando que en el corto plazo un título mexicano llegará a ser primer o segundo lugar del top anual.
El ejecutivo, de nacionalidad colombiana, ya trabajó en Bolivia y Perú, países donde ya se dio el fenómeno.
En 2013 No se aceptan devoluciones, de Eugenio Derbez, alcanzó el segundo lugar nacional de boletos vendidos con más de 15 millones.
“Paramount hace mucho que no produce, pero vemos que es rentable invertir en producto local, hemos leído buenos guiones y definitivamente vamos a hacer algo, pero vamos paso a paso, por ahora es distribución.
“Estamos acompañando a algunos productores con tips, pero estamos en búsqueda constante, estoy seguro de que un título mexicano va a estar en el top 1 y 2 en los próximos años, la gente va a querer identificarse con lo que vean en pantalla”, recalca Pritchett.
Durante 2015 el cine mexicano registró 85 estrenos, con más de 17 millones de entradas, lo que significó poco más del 5% del mercado total nacional, según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica.
