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El factor “nominado al Oscar” ha sido un buen gancho para que el público acuda a ver las cintas en competencia y a que lleguen a más lugares. Este año En primera plana (Spotlight) está nominada en seis categorías.

Tener en su reparto a estrellas consagradas de Hollywood como Rachel McAdams, Michael Keaton y Mark Ruffalo haría que una película como ésta se estrenara en las principales ciudades del país. Eso no ha ocurrido.

Este lunes las redes sociales como Twitter y Facebook comenzaron las quejas por la ausencia del filme dirigido por Thomas McCarthy en el interior del país y preguntaban si la historia —un grupo de periodistas desentraña una red de padres pederastas en Boston, Massachusetts— tenía algo que ver y si la Iglesia había intervenido.

La película se estrenó el viernes pasado, a menos de un mes de que llegue al país el papa Francisco, quien ha dicho: “la Iglesia es consciente de este daño; es un daño personal y moral, cometido por hombres de Iglesia. Y no vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones”.

Usuarios como @duendee comentaron: “Voy a sonar paranoico pero, ¿no será que la vetaron por los temas contra la Iglesia?” e @Ivonne90 agregó en el comentario que habían intentado antes vetar la película mexicana El crimen del padre Amaro y no lo lograron, así que Spotlight no tiene posibilidades de ser vetada.

Representantes de Cinemex, una de las dos cadenas exhibidoras más grandes del país, dijeron a EL UNIVERSAL que el filme de la distribuidora Sony —una de las más grandes— sólo llegó a la Ciudad de México con 30 copias distribuidas en la misma cantidad de complejos, todos al sur y centro.

En la ciudad y el Área Metropolitana Cinemex cuenta con al menos 714 pantallas, esto es, la historia se exhibió en apenas 4% de sus salas.

Representantes de Cinépolis, la otra cadena exhibidora, aseguró que estrenó tanto en el DF como el interior de República, aunque no especificó los complejos ni la cantidad de copias. Pero en al menos 17 estados, el filme no aparece en cartelera.

Para el crítico cinematográfico Óscar Uriel, la cinta no tendría por qué provocar la censura de ningún sector, pues aunque toca un tema delicado para los países latinoamericanos, como la pederastia eclesiástica, el largometraje habla más acerca del quehacer periodístico.

“Considero que es una de las 10 películas más importantes de 2015; toca un tema espinoso y más en los países latinos, pero la cinta no va de eso. Quien vaya al cine pensando que es una película sobre pederastia creo que lo tiene que pensar dos veces”.

Aunque Uriel desconoce si la censura es una realidad, aseguró el cine en ocasiones puede despertar la molestia de algunos sectores, pero que esa es una de las finalidades del séptimo arte.

“Es un tema del que se tiene que hablar y qué mejor que sea haga de la manera tan profesional como se hizo en este filme”.

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