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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Tenoch Huerta sabe que parte de su trabajo es la promoción y las entrevistas, pero prefiere no venderse a él mismo como un producto, ya que se considera un tipo bastante insulso, así que asegura que si el público viera su día a día se aburriría.
“Voy en el tráfico y me ca..., en el Metro odio ir apretado porque también a los hombres nos dan de repente arrimones... me ca... el gobierno, así como las hamburguesas que saben feo, pero me gustan los tacos en la madrugada”, dijo.
Poco a poco ha construido una carrera que le apasiona, por lo que tomó una decisión crucial en su vida: No quiere hacerse ni rico ni famoso, “simplemente quiero ser actor hasta que me muera. He construido una carrera que tiene que ver más con el prestigio que con la fama”.
Asegura que todos los proyectos que toma son importantes, ya que no hace una película que no quiera, un personaje que no lo llene o algo que su corazón y alma no sientan. La diferencia es que después de que el filme Güeros se convirtiera en un ganador de Cannes, dice, los medios comenzaron a hacerle caso.
“Me da igual porque es asunto de ellos y no el mío, tienen sus razones. Mi problema está en lo que sucede entre la acción y el corte, lo que sucede afuera no me hace disfrutar ni más ni menos ser actor, tener una entrevista no me hace mejor o peor actor porque soy bueno o malo por méritos propios y no por cuánta gente me sigue en Twitter”, expresó.
Sin embargo, asegura que no tiene nada contra el gremio, pues estudió periodismo y muchos de los que hablan con él son sus conocidos, ya que los encontraba también en las aulas.
