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En las últimas dos décadas Vin Diesel ha pasado de ser un simple vendedor por teléfono a producir y actuar en Rápidos y furiosos, una de las franquicias más exitosas de los últimos años que ha recaudado más de mil 500 millones en taquilla y que le permitió hacer trabajos como El último cazador de brujas, su filme más reciente.

Desde que realizó su primer película en 1990 junto a Robin Williams y Robert de Niro, Diesel nunca había realizado una cinta de fantasía, razón por la cual aceptó participar en este trabajo en el que da vida a Kaulder, un guerrero y cazador de brujas que en el siglo XIII fue maldecido con la inmortalidad por la Reina Bruja poco antes de que él la matara, por lo que es obligado a presenciar la muerte de sus seres queridos mientras él sobreviva.

“Soy muy fan de Dungeons and Dragons (serie de novelas de fantasía) y han formado parte de mi vida, probablemente afectó la forma en que me acercó al cine y la manera en la que escojo mis proyectos y aún así extrañamente nunca he hecho nada en este género”, explicó Diesel en entrevista proporcionada por la distribuidora.

Su personaje en esta ficción odia ser inmortal y aunque el actor de 48 años es un “simple mortal”, señaló que de tener algún tipo de poder, el que menos le gustaría, sería el de poder vivir por siempre, pues considera que el valor de la inmortalidad radica en todo lo que se puede hacer con el tiempo que cada persona posee y que mientras se haga lo que uno desea, nunca existirá la ambición de querer tener más años de vida, por lo que cada vez habrá menos la sensación de insatisfacción que, dijo, permea a la sociedad actual.

“Lo que buscamos explicar en la película es que se puede ser inmortal pero no estar viviendo realmente. La necesidad de encontrar algo significativo por lo cual vivir, eso es lo que importa. ¿Todos jugamos con la fantasía de la inmortalidad? Por supuesto. Si alguno de nosotros se enferma, ¿quisiéramos que nuestros padres pudieran ser inmortales? Por supuesto”, señaló.

Además de no desear la inmortalidad, el intérprete de Dominic Toreto añadió que tampoco querría tener ningún poder sobrenatural, ya que aunque tiene una imagen de chico rudo y malo, le gusta sentirse humano y experimentar la vulnerabilidad y el miedo, pues explicó, eso hace crecer a cualquier persona.

“Creo que tener miedo y temor de las cosas es bueno. Te permite prestar atención y poder controlarlo. Soy como la mayoría de las personas ambiciosas, creo que el miedo al fracaso siempre está presente. El miedo al fracaso nos hace hacer cosas grandes”, indicó.

Dirigida por Breck Eisner (Sahara), El último cazador de brujas —que estrena hoy en México— está ambientada en la Nueva York moderna, pero también en el siglo XIII. En ella participan Elijah Wood y Michael Caine, quienes según Vin Diesel, harán que la historia se extienda a una trilogía.

“Creo que lo que la gente va a encontrar cuando vea esta película es que hay mucho más y eso es divertido. El universo que ésta historia nos puede dar es infinito y vamos a tratar de llevarlo en nuevas entregas”, dijo.

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