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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Tal vez para Jessica Chastain ninguna preparación fue tan aleccionadora y divertida como la que tuvo que hacer para el filme Misión rescate, en donde se reunió con astronautas y vio entrenamientos de la NASA.
Basada en la novela de Andy Weir, la historia retrata el rescate del miembro de la tripulación Ares 3, Mark Watney, (Matt Damon), que es abandonado en Marte. Chastain hace el papel de comandante, por lo que, debido a su interés después de su trabajo en Interestelar, fue a ver la estación espacial.
“Para mí la preparación para esta película fue tan divertida como hacer el filme. Fue realmente fenomenal”, expresó, pues tuvo la oportunidad de platicar con la astronauta Tracy Caldwell, de donde tomó inspiración, e incluso fue al Jet Propulsion Laboratory para ver a los científicos trabajando en los Curiosity Rovers.
“Le copié mucha de su energía, su ingenio y la manera en que siempre es muy estable y controlada. Le pregunté lo que hace una comandante y me dijo que en una estación espacial necesita hacer que todos se sientan que son parte de un equipo y que cada persona de éste es un participante valioso”, dijo.
La cinta, dirigida por Ridley Scott, fue filmada en Budapest y locaciones de Jordania, donde el trabajo físico se dio sobre todo al portar sus trajes, ya que, argumenta, fueron difíciles de portar y los cascos les cortaban el suministro de oxígeno, por lo que contó algunas complicaciones como estar colgados con alambres en algunos de los sets por la ausencia de gravedad.
“Durante la filmación en ocasiones el oxígeno dejaba de fluir y había condensación, pues respirabas sólo dióxido de carbono; durante la secuencia de tormenta tuvimos tantas turbinas de viento que no nos podíamos escuchar, así que teníamos audífonos en los oídos y micrófonos en los cascos. Se creó una especie de pánico... pero controlado como al que estoy segura se debió de haber enfrentado la tripulación, así que de cierta manera se sintió como algo auténtico”. A la dos veces nominada al premio Academy Award le ayudó su cero timidez, ya que algo que aprendió es que necesitaba sentido del humor en una misión al espacio, pues hay que convivir durante los siete meses que se toma llegar a Marte con las mismas personas.
“Los actores y yo nos juntábamos como si fuéramos una tripulación, nos convertimos en algo así como una gran familia: cenábamos juntos y fue importante para nosotros crear ese vínculo. Habiendo pasado tiempo con Tracy, sé que así son. No es tan sólo algo de la película, ellos realmente se están haciendo bromas constantes, es algo que tiene que ver con ser astronauta”.
Aunque dice no tener control sobre el proyecto terminado ni sobre lo que sucede en el cuarto de edición o la respuesta de las audiencias, algo que sí puede manejar la actriz es los papeles que le gusta elegir.
“La única cosa sobre la que tengo el control es sobre la situación en la que estoy ubicada en cada momento y cuando dejo la producción de una película quiero sentir que he ganado algo; ganado alguna experiencia”.