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No hay duda. Algo tienen los cineastas mexicanos, y no solamente buenos contactos, para gozar de la reputación que le confieren la presencia en grandes festivales de Europa y, por supuesto, los reiterados triunfos en los premios Oscar, orgullo áureo del monstruo de la industria norteamericana.
Cinco, al menos, son los nombres mexicanos que se han convertido en sinónimos de garantía para el cine norteamericano; todos ellos, amigos, socios o familiares. Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Emmanuel Lubezki y Jonás Cuarón son para la revista “Vanity Fair” los “autores mexicanos que están reinventando Hollywood”.
Estos colegas (todos ellos residen en Estados Unidos) fueron reunidos y entrevistados para la edición norteamericana en su número de octubre, que se publica mañana. En el adelanto que se puede ver en el portal de la publicación, los cineastas y en parte artífices del nuevo apogeo de la cinematografía azteca, hablan de cómo supieron el uno del otro y cómo fueron conociéndose.
Alfonso Cuarón revela que hace más de 25 años no todo era miel sobre hojuelas y revela que cuando supo de Del Toro, “este genio de Guadalajara, yo estaba celoso. Pero, al parecer, él sentía lo mismo hacia mí, este 'chilango'”.
En la publicación también se podrá leer cómo Guillermo del Toro fue reclutado para ayudar a resolver algunas dificultades técnicas que enfrentaba un joven Iñárritu con su cinta del año 2000. Fue Alfonso quien le habló de “un tipo en México que tiene una película brillante”, una tal “Amores perros”, “pero es demasiado larga y creemos que la única persona que puede hacerlo entrar en razón, eres tú”, dice Del Toro.
Dice el adelanto de Vanity Fair que escuchar a Cuarón, Del Toro, los Iñárritu y el director de fotografía, Emmanuel Lubezki hablar entre sí, es como estar en una reunión familiar, donde las anécdotas se han convertido en leyendas. Ese fue el contexto en el que se desarrolló Jonás Cuarón, quien asegura al medio que creció “viéndolos como tíos”.
“Cada vez que nos vemos unos a otros, es como una explosión de creatividad”, dice Emmanuel Lubezki, galardonado con el Oscar a Mejor Fotografía en dos ocasiones seguidas.
rqm
