Una Tilda Swinton muda es la protagonista de la cinta “Bigger Splash”, del realizador italiano Luca Guadagnino, presentada hoy en concurso en el festival de cine de Venecia.

Recibida entre abucheos y pocos aplausos durante su proyección a la prensa, la película cuenta también con la actuación de Ralph Fiennes y de Dakota Johnson en los papeles, respectivamente, del productor discográfico Harry y su hija Penélope.

En la historia Swinton interpreta a Marianne, una cantante de rock temporalmente muda que vacaciona con su compañero Paul (Matthias Schoenaerts) en la isla de Pantellería a la que llegan Harry (ex de Marianne) y Penélope provocando una explosión de nostalgia que deflagra en violencia.

Se trata de un “remake” del filme “La piscina” (1969) de Jacques Deray, uno de los más taquilleros del actor francés Alain Delon.

En rueda de prensa, Swinton reconoció que fue ella la que propuso que su personaje no hablara, tanto porque atravesaba un momento de luto por la muerte de su madre, como porque quería explorar “nuestra incapacidad de comunicar a través de las palabras”.

Por su parte, Guadagnino respondió diplomáticamente que los abucheos a su cinta durante la proyección a la prensa “forman parte de la naturaleza del festival y de la manera en que cada quien expresa lo que cree”.

Cuestionado sobre los elementos de realidad externa que irrumpen en la historia, como la tragedia de los inmigrantes que llegan a Pantelleria, dijo que se trata de un método aprendido de Bernardo Bertolucci, que a su vez citaba a Renoir, según el cual “en el cine hay que dejar abierta la puerta a la realidad”.

“Más que como tema, el de los inmigrantes me interesaba en la medida en la que subrayaba la naturaleza de alteridad respecto a los protagonistas y quería indagar cómo esta alteridad se relaciona con nosotros”, señaló.

Hoy también fue presentada en concurso la cinta francesa “L’hermine”, del director Christian Vincent, que fue recibida con mayor éxito durante su proyección a la prensa.

El filme es protagonizado por Fabrice Luchini en el papel del severo juez Racine, que preside un juicio por el homicidio de una bebé y que entre el jurado se encuentra con una mujer con la que en el pasado quiso comenzar una historia sentimental que las circunstancias impidieron.

“La historia ha sido un pretexto para hablar de mi país y de la gente de mi país. Antes de rodar la cinta no conocía el sistema judicial, por lo que visité la corte y me di cuenta que cada juicio es un espectáculo en el que están representadas todas las diversidades de la sociedad”, señaló el cineasta a los medios.

cvtp

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