La trayectoria de Owen Wilson está ligada a su potencial como comediante. Gran parte de la audiencia lo recuerda por películas livianas como Zoolander, Los rompebodas y La familia de mi novia, o por dar voz a "Rayo McQueen" en la versión original de Cars.

También se le reconoce por proyectos con cineastas alabados por la crítica, como Una noche en París, de Woody Allen, o Los excéntricos Tenenbaums, de Wes Anderson. Es un actor talentoso, pero siempre se vinculó a proyectos del mismo género.

Es por eso que su debut como héroe de acción es atractivo. En la cinta Sin escape da vida a un hombre que debe proteger a su familia durante un golpe de Estado en un país desconocido.

La película dirigida por John Erick Dowdle (Cuarentena, versión hollywoodense del thriller español Rec) sigue a una familia norteamericana que se ve atrapada en un país asiático tras un alzamiento armado. El guión escrito por el director estadounidense junto a su hermano, Drew Dowdle, nunca menciona el país en cuestión ni profundiza en las rivalidades que llevaron a su polarización.

"Gore" en aumento

El primer proyecto de Wilson en este tipo de producciones ha tenido una recepción mixta. Si bien un sector de la crítica especializada de Estados Unidos ha valorado la interpretación del actor, otra gran parte califica a la producción como un filme "racista".

El portal The Wrap, por ejemplo, dice que "es justo destacar que esta película combina genuinas habilidades cinematográficas y una edición de acción efectiva con un subtexto racista, uno en que una sangrienta revolución en Asia sólo importa si unos cuantos blancos pueden resultar muertos".

Postura similar plantea The Washington Post. El reconocido medio estadounidense aseguró que "a medida que la película avanza, el gore aumenta, y los encuentros de la familia con los enemigos son cada vez más repugnantes. Cada personaje asiático es un asesino despiadado o un portador de daños colaterales. La película sugiere que un montón de gente tiene que morir para que sobreviva una familia blanca".

Esta es la primera gran producción de John Erick Dowdle. El cineasta hasta ahora se había dedicado a cintas de bajo presupuesto, como la mencionada Cuarentena o Así en la Tierra como en el Infierno, con la que ganó unos 20 millones de dólares el año pasado.

La reseña de Sin escape publicada por la revista The Hollywood Reporter apeló a las cualidades del cineasta, asegurando que "la crítica lo descartará, pero Sin Escape hace un trabajo arriesgado y eficiente, con ingredientes básicos que apelan a amenazas que siempre están presentes".

La cinta debutó en Estados Unidos el viernes pasado.

sc

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