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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Bono, el líder la banda irlandesa U2, busca urgentemente a un mexicano. Hace tiempo escuchó un vinil con la canción “Cheve en la fiesta” y desea grabarla a toda costa. Lo mejor es que hay pruebas visuales de la petición del intérprete de “Sunday, bloody, sunday” y “Beautiful day”.
Y ellas se encuentran en el largometraje Eddy Reynolds y los Ángeles de Acero, protagonizada por Damián Alcázar, quien luce cabello largo y arete en lóbulo izquierdo.
“¡Hay que ir a roquear!”, dice el histrión de El infierno y La ley de Herodes al respecto.
Lo curioso es que al actor no le gusta ese género musical. Hace años escuchaba algo de The Beatles y Rolling Stone, pero siempre ha optado más por canciones de Joaquín Sabina.
Y en el filme, al principio, interpreta a un animador de fiestas, llegando a cantar “El venado”.
Su vida cambia cuando, al enterarse de la petición de Bono, debe reunirse con sus antiguos compañeros de banda, desperdigados tras su efímero éxito: Santos, guitarra (Arturo Ríos), es mesero; Ulises, batería (Alvaro Guerrero), tiene una farmacia y Jorge, bajo (Jorge Zárate), forma parte del grupo musical de Gloria Trevi.
“Finalmente es una película de hermandad, un tema universal”, explica Gustavo Moheno, director del largometraje que arriba a 200 salas.
Ya se ha mostrado en los festivales de San Diego y Los Ángeles, con público anglosajón, que también ríe con los antihéroes.
“Cuando se les invitó a los actores, desde el guión estaba especificado que debían tocar y cantar y ninguno tuvo miedo, así que dos meses antes de filmar, estuvieron en clases”, detalla el también director del remake Hasta el viento tiene miedo.
La idea original de Eddy Reynolds y los Ángeles de Acero surgió de la mente de Carlos Enderle (Crónicas chilangas) hace casi una década, para luego ser adaptada por Ángel Pulido (Bajo la sal) y el propio Moheno.
Pavel Sfera, doble oficial de Bono, es quien actúa en el largometraje, junto a Vico Escorcia, Paulina Gaitán, Dolores Heredia y Sebastián Zurita, quien encarna al ejecutivo de una disquera que pretende ganancias de la firma con el roquero.
“Y miren que me he encontrado a gente así, medio déspota, pero fue divertido hacerlo un rato”, comenta bromista Zurita.
Se pretende que el filme sea estrenado en Francia, de donde es originaria la productora Sandrine Molto, quien ha trabajado con Luc Besson.
Esperan que algunas de las canciones puedan ser descargadas.