Más Información
cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Los Ángeles.— Christina Applegate, quien ha dedicado gran parte de su trayectoria a la comedia, se dice muy contenta de que las mujeres actualmente estén pisando fuerte y obtengan papeles relevantes tanto en el cine como en la televisión, dejando atrás los tiempos difíciles que, por su género, impedían muchas oportunidades.
“Tenemos algunas pioneras allá afuera que están pateando traseros y que tienen nombres. Una de ellas es mi querida amiga Melissa McCarthy, Tina Fey, Amy Poehler... Estoy muy contenta de que el mundo pueda ver a Kristen Wiig ahora que saldrá en Los Cazafantasmas. Existen unas mujeres muy fuertes y la gente no escribe, aún en nuestros días, muy bien para ellas. ¿Saben qué? Nos estamos haciendo cargo ahora, estamos tomando el control”.
La actriz no se estresa al intentar hacer reír a la audiencia, más bien intenta refrescar y mantener vivos a sus personajes con una clave: el disfrute. Contrario a lo que podría parecer, la actriz de 43 años no se define como una persona extrovertida:
“Fui una chica muy tímida y poner demasiada atención sobre mí no era lo que realmente quería”, afirma.
Applegate es hija de una madre soltera con la que tenía que viajar desde pequeña, por lo que debutó junto a ella en un comercial a los tres meses de edad y después se enfocó a hacer radio.
En su vida ha sabido sortear complicaciones como el cáncer de mama que venció, tras realizarse una doble mastectomía. Y en 2011, la felicidad llegó a su vida al convertirse en mamá.
Fue a los 15 con la serie Married with Children (en 1987) que llegó a la fama tras hacer comerciales de radio y prepararse con clases de danza y actuación; sin embargo, afirma que el reconocimiento no cambió su vida ni su adolescencia.
“He estado trabajando desde que era niña, así que mi vida no cambió tanto. Había estado en otras dos series que nadie vio. Nunca sentí realmente los efectos de todo porque me mantenía lejos, sólo me juntaba con mi grupo de amigos y eran amigos para toda la vida”, comenta la actriz, quien este viernes estrena en México la película Vacaciones.
Cuando su carrera estaba en lo más alto no existían ni los paparazzi, el Internet o los celulares, por lo que tuvo una vida privada y la facilidad de tener tranquilidad en sus días.
“No voy a decir que no me metí en un montón de problemas con mis amigos, pero ¿adivina qué? nadie supo de ellos y yo nunca lo diré. Me siento un poco mal por los chicos de hoy en día, en dos segundos tienes una foto de ellos tomadas con un celular que comienza a circular en seguida y termina arruinando su vida. Gracias a Dios porque no salgo de mi casa tanto”.
Justamente es esta vida casera la que tanto cuida, por lo que muy pronto aprendió el riesgo que significaba desviarse y tomar a la actuación como un negocio.
“No quería estar ni cerca de controlarlo o darle demasiado poder porque un día se va de las manos, no es una buena combinación. Vi a muchos de mis amigos pasar por ello y muchos de los que eran actores desde pequeños ya no están con nosotros.
“Y no culpo a Hollywood, culpo a un mal coctel de varias cosas, pero eso no era para mí. Mi mamá me mantuvo muy humilde. No tenía permitido muchas cosas caras ni comprarme un auto lujoso, todo eso vino después en mi vida cuando me di cuenta de que era capaz de hacerlo”.