Mientras el tema de la fuga de El Chapo va rumbo al olvido y la directora del Festival de Cine de Morelia se postula como Reina de las Edecanes, que pasean a directores de cine como Tarantino, se asoman en las estanterías clandestinas de lo cinematográficamente prohibido, pero aceptado como única alternativa de estar mediamente al día de ese cine que muy esporádicamente pasa en la pantalla grande, pero que luego no consigue la doble vida del DVD o Blu-ray:

Tierra de cárteles, de Matthew Heineman: Selección del Festival de Sundance de este año, que recoge el punto de vista del otro michoacanazo: el de las autodefensas del Dr. Mireles y batalla frontal contra Los Caballeros Templarios. El documental navega entre una road picture y un western-moderno doloroso en el ajuste de cuentas de narcos, ex virreyes, desposeídos y víctimas de daños colaterales.

Amy, de Asif Kapadia: Rockumental sobre la turbulenta y autodestructiva vida de la cantante Amy Winehouse, estrella del soul, rhythm & blues, jazz, ska y blues, pero con tendencia punk irrefrenables que, junto con el alcohol, la llevaron tempranamente a la tumba. Se trata de una impresionante investigación sobre la cantante, que falleció a los 27 años y que fue carne de cañón de la prensa amarillista.

Bessie, de Dee Rees: Drama televisivo sobre Bessei Smith la llamada Emperatriz del Blues interpretada por Queen Latifah, que aborda su vida desde 1894 hasta que se fue al cielo del infierno en 1937 y no se pasa de blusista, más que lo necesario, manejada por una directora que sabe lo que quiere: arrancar el contexto de leyenda de esta diva del blues. Alcanzo este año seis nominaciones a los premios Emmy.

El lenguaje de los machetes, de Kizza Terrazas: No es nueva (2011), pero es un drama de estreno sobre una pareja (la incontenible Jessy Bulbo y Andrés Almeida) que alucina el contexto y la injusticia que les ha tocado vivir, aparte de sufrir el rock y el activismo que les ha tocado vivir. Uno acaba arrastrando a la otra en lo que su directora concibe como un acto poético terrorista, de cámara nerviosa. De todas maneras se recomienda dormir con machete.

One on one, de Kim Ki-duk: Cuento de venganza disfrazado de thriller del provocador coreano de culto, que expone a uno de los autores de un atroz crimen contra una niña, a un secuestro seguido por una brutal tortura. Sus cómplices en el asesinato también se sacarán al tigre de la rifa, a la hora de hacer justicia con otras manos que no son las de la ley.

pepenavar60@gmail.com

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