Más Información
Sheinbaum critica a oposición por estar a favor de dichos de Trump; “parecen conservadores del siglo XIX”
Migrantes de otras nacionalidades deben de ser repatriados a sus países, no a México: Sheinbaum; “no los vamos a dejar solos”, dice
Sheinbaum ofrece a migrantes acceder a programas de Bienestar ante amenaza de Trump; no ha tenido “mayor comunicación”
A sus 70 años, tras superar un cáncer de garganta y esquivar una fuerte crisis matrimonial, Michael Douglas asegura que se siente "con más energía y ganas de trabajar que nunca" y se muestra "feliz" de pertenecer a una industria que, aunque ha cambiado, "aún necesita a gente mayor".
Douglas, ganador de dos Oscar y casado con Catherine Zeta-Jones, fue diagnosticado en 2010 con un tumor maligno en la garganta. Se sometió a quimioterapia y siete semanas de radiación, una experiencia que no dudó en calificar de "infierno".
"No es que me cambiara la vida", dijo el actor. "Es que veo la vida".
"Si hubo algún momento en que no le di el valor adecuado, ya se esfumó", declaró. "Por eso -añadió- sigo trabajando con pasión. Fue una bendición hacer Behind the Candelabra justo después del cáncer, y luego han llegado grandes oportunidades que no esperaba. Me siento con más energía y ganas de trabajar que nunca".
Behind the Candelabra, donde encarnaba al músico homosexual Liberace, le dio uno de los mejores papeles de su carrera. Así lo considera el propio actor, que cita también los de Wall Street y Falling Down como sus preferidos.
Encarnando a Liberace ganó el Emmy, el Globo de Oro y el premio del Sindicato de Actores de EEUU (SAG).
Después disfrutó de lo lindo en Last Vegas, junto a Robert De Niro y Morgan Freeman, y ahora se zambulle en el universo de Marvel con Ant-Man, de estreno el próximo viernes en EEUU.
"Nunca hice en mi carrera algo así. Ni siquiera una película con efectos visuales, así que pensé que sería divertido intentarlo. Lo que ha hecho Marvel hasta ahora es excelente, así que fue una decisión fácil", comentó.
Ant-Man, dirigida por Peyton Redd, narra los orígenes de uno de los miembros fundadores de The Avengers.
Dotado con la facultad de reducir su cuerpo al tamaño de un insecto y aumentar a la vez su fuerza, un experto ladrón (Paul Rudd) que busca rehacer su vida se compromete a ayudar a su mentor, el doctor Hank Pym (Douglas), a proteger el traje que le otorga esos poderes y evitar que caiga en las manos equivocadas.
"Si tuviera ese poder, eliminaría todas las armas nucleares. Sería mi primer trabajo", declaró Douglas.
Para preparar el papel, Marvel envió al intérprete "dos años de cómics" para educarle en ese mundo, y al actor le sorprendió que aquellas páginas encerraban más desarrollo de personajes que varias películas que había hecho en su carrera.
"La pérdida de su esposa, la relación que mantiene con su hija, la dualidad de científico y guerrero... Fue sorprendente", manifestó Douglas, que, no obstante, desconoce si volverá a interpretar a Pym en futuras entregas de la saga.
"No sé nada, pero me encantaría regresar si me invitan", indicó.
Una de las ventajas de decir sí al proyecto es que, según confesó Douglas, sus hijos pequeños, de 14 y 12 años, finalmente lo ven como alguien cool.
"Por primera vez soy cool para ellos. No han visto muchas de mis películas porque muchas son para mayores de edad. Pero cuando supo sobre 'Ant-Man', mi hijo se convirtió en mi agente. Me decía que me asomaba a un público nuevo, a gente que no sabe quién soy", rememoró entre risas. "Está realmente ilusionado", agregó.
Douglas ve en este tipo de películas cierto paralelismo con el cine de aventuras que él mismo protagonizó en los 80, como "Romancing the Stone" (1984) o "The Jewel of the Nile" (1985).
"Desde luego, representan el mismo cine de evasión, con humor y dirigido a todos los públicos. Suponen un gran viaje para el espectador", apuntó.
Aquella época, el cine de los 70, los 80 e incluso los 90, es algo que Douglas echa de menos.
"Eran tiempos divertidos. Los cineastas mandaban. Ahora son los estudios quienes controlan todo. Antes te daban un presupuesto y confiaban en tu criterio. Existía la credibilidad", afirmó el actor, que, a pesar de todo, dice no estar "amargado" por ello.
"Al contrario. Me siento afortunado de haber experimentado ese periodo y estoy feliz de pertenecer a una industria que aún necesita a gente mayor. No hay muchos trabajos donde puedas tener 70 años y aún sentirte querido y valorado", manifestó.
Además, se siente orgulloso de que el cine y, especialmente, la televisión (cita series como "Will and Grace" y "The Big Bang Theory") hayan ayudado a ofrecer retratos cotidianos de personajes homosexuales.
"La decisión del Supremo (de legalizar el matrimonio gay en todo EEUU) me dejó contento y aliviado. Es increíble lo rápido que se ha dado la vuelta a ese movimiento y creo que es un cumplido al trabajo hecho desde la ficción", sostuvo.
Douglas despidió la charla hablando de su padre, Kirk, "estupendo a sus 98 años", y de su casa en la isla española de Mallorca: "Disfrutamos mucho allí. Siempre lo pasamos estupendamente".
sc