Ni Bobby Brown ni Cissy Houston podían ver en pintura a Robyn Crawford, pero todos aseguran que si su asistente no hubiera desaparecido de su vida, hoy la cantante seguiría viva.
El romance secreto entre la diva musical y su amiga íntima centra gran parte de 'Whitney: Can I Be Me', documental codirigido por Nick Broomfield y Rudi Dolezal, estrenado el pasado miércoles durante el Festival de Cine de Tribeca y que será emitido por Showtime el próximo verano.
La cinta incluye entrevistas en profundidad a familiares, amigos y personas cercanas a la cantante y se señala la relevancia de la relación que unió a ambas mujeres. Se conocieron cuando eran adolescentes y trabajaban en un centro comunitario de East Orange (Nueva Jersey). Con los años, Robyn se convirtió en su asistente y más tarde, directora creativa.
El reportaje incluye entrevistas en profundidad a familiares, amigos y personas cercanas a Houston y señala de manera convincente que la relación de Crawford con Whitney era más que platónica. "No creo que fuera homosexual, creo que era bisexual", dijo el amigo y estilista, Ellin Lavar. "Robyn se fue y esa fue la caída de Whitney. Robyn era la persona que la mantenía unida", recuerda Lavar.
"Robyn le proporcionó un lugar seguro, en el que Whitney encontró consuelo", añadió. "Robyn y Whitney eran como gemelas. Eran inseparables", dice en el documental Kevin Ammons, miembro del equipo de seguridad de la estrella musical.
"Bobby Brown y Robyn Crawford eran como el fuego y el hielo. Se odiaban mutuamente", admitió David Roberts, su guardaespaldas. "Ambos luchaban por el afecto de Whitney. Bobby y Robyn tuvieron algunos altercados físicos y hubo momentos en los que él no fue siempre el ganador", subrayó.
Las tensiones entre la asistente y el marido de Houston llegaron a su punto álgido al final de la gira 'My Love Is Your Love' (1999) y Robyn decidió marcharse. "Creo que Robyn fue probablemente la única persona, al menos que conocí, que comprendió completamente a Whitney. Confió en Robyn el 100%. Era su confidente y esa era la fuente de la fricción con su esposo", señaló la realizadora Dolezal, que junto a su compañero Nick confirmaron haber sufrido presiones legales sobre la producción, aunque no quisieron desvelar de donde venían.
En 2013, la madre de Whitney, Cissy Houston, dijo en el espacio de Oprah Winfrey que le habría molestado el hecho de que su hija fuera lesbiana. Cissy también escribió por primera vez en el libro 'Remembering Whitney', sobre la relación de su hija con Crawford: "Simplemente no la quería con mi hija. No sé nada de una relación romántica. Eso es lo que dijeron todos, pero tampoco lo sabían".
Incluso el que fuera marido de Whitney durante 14 años, Bobby Brown, hablaba abiertamente de este relación en su libro de memorias, 'Every Little Step', publicado el pasado año. A pesar de aquella relación tumultuosa que mantuvieron ambos durante años, Bobby admite la importancia de la relación entre ambas amigas. "Realmente siento que si Robyn hubiera sido aceptada en la vida de Whitney, hoy ella estaría viva", relató el músico de 48 años.
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