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¿Qué pasó con la herencia de Chespirito?

Florinda Meza vive recluida en su propiedad de la Ciudad de México mientras espera un posible comprador para la mansión de Cancún de la que ya no puede hacerse cargo

FOTO: ARCHIVO EL UNIVERSAL
03/03/2017 |16:02La Nación - Argentina / GDA |
Redacción El Universal
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El 28 de noviembre de 2014, a la edad de 85 años, dejó de existir Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito". Ese mismo día nació el mito de un hombre que endulzó la infancia de varias generaciones en toda América.

A las dos de la tarde de esa calurosa siesta de Cancún le ofreció su último suspiro a Florinda, que se encontraba a su lado cuidándolo como lo hacía en los últimos tres años. En ese preciso instante en el que se inició el duelo, comenzaron los problemas financieros de su viuda.

Se habla de una herencia de 15 millones de dólares, cifra no confirmada oficialmente ni por Florinda ni por los hijos que Bolaños tuvo con su primera mujer, a quien Meza siempre respetó.

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Varias serían las razones de la debacle. Los contratos con Televisa tendrían carácter leonino, con lo cual la actriz no se vería beneficiada con las repeticiones de los programas en todo el continente. Por otra parte, las regalías por el merchandising, generado con los diversos personajes creados por el autor, irían a engrosar, tal como lo estipularía el testamento, las cuentas bancarias de los hijos de Chespirito y no los de su viuda.

Hoy, la actriz vive recluida en su propiedad de la Ciudad de México mientras espera un posible comprador para la mansión de Cancún de la que ya no puede hacerse cargo. Esta casa tiene un costo mensual que excede cuatro veces a la vivienda permanente de Meza en la ciudad.

La fastuosa residencia cuenta con piscina, parque y dependencias para el personal de servicio tan lujosas como lo son las de sus propietarios, lo cual habla de la generosidad de la pareja ante sus asistentes.

Cada detalle de la propiedad de estilo ecléctico ha sido pensado por Florinda Meza. Los recuerdos agobian a la actriz que se resiste a pasar largas temporadas aquí como lo hacía con su marido en vida.

"Cuando teníamos uno o dos días libres, en plena época de grabaciones, nos escapábamos con Roberto a nuestro refugio", confesó alguna vez. Esa guarida hoy está intacta, impecable, detenida en el tiempo. Y sin la vida que sus dueños le daban cada vez que llegaban para convertirla en el paraíso soñado por ambos.

Florinda transcurre algunos días en esta mansión que ya le queda grande. Ni los hijos ni los nietos de Bolaños, a quienes considera como propios, llegan con la asiduidad de antaño. Demasiados metros para una mujer sola que convive con recuerdos y algunos perros de compañía.

La ficción se hizo realidad

La pobreza coyuntural que merodeaba la vecindad del Chavo se hizo realidad en sus protagonistas. Hoy, Carlos Villagrán se gana la vida en los circos con un personaje al que le cambió el nombre, pero viste y se comporta como Quico.

María Antonieta de las Nieves (Chilindrina) vive con lo justo ante los gastos siderales en tratamientos médicos para su marido. Rubén Aguirre (el Profesor Jirafales) falleció en un sobrio departamento de Puerto Vallarta sobreviviendo con una pensión jubilatoria y desplazándose en una silla de ruedas.

Edgar Vivar (Señor Barriga) vivía de los doblajes cuando su físico se lo permitía. Su by pass gástrico le hizo bajar 100 kilos, pero su salud se vio afectada. Ramón Valdés (Don Ramón) falleció joven. Angelines Fernández murió a los 71 años víctima de un cáncer de pulmón producto de su adicción al tabaco. Sus restos reposan cerca de los de Ramón Valdés, su gran amigo y quien se la presentó a Chespirito.

¿Qué pasó con la herencia de Chespirito?

El programa se dejó de grabar hace más de 20 años. Y con su final, apareció la debacle de todo su elenco casi como un maleficio predestinado para un ciclo que según la revista Forbes le hizo facturar a Televisa alrededor de 1700 millones de dólares, cifra que los hijos de Bolaños desmienten.

"La verdadera gran fortuna es para la televisora para la que siempre trabajamos", dijo Florinda Meza hace algunos días en el set del programa Primer Plano de la televisión chilena.

Sola

"Él era mi mentor, mi amigo, mi compañero, mi hijo. era todo", dijo a las cámaras de Primer Plano. Es la segunda vez en un año que visita el set de este exitoso ciclo que se emite desde Santiago de Chile y que no ahorra en recursos de producción para alargarla como a una gran estrella.

Lo es. Sin embargo, las luces de la fama no siempre aparejan igual rédito económico. Sin Roberto Gómez Bolaños, Florinda intenta aferrarse a la religión y a soñar con nuevos proyectos. La vida en soledad no le resulta nada fácil. Y la crisis económica que atraviesa profundiza el dolor del duelo.

Todo un continente la recuerda con admiración y cariño. No es poco capital para poder recomponer su economía y su vida artística. Aunque tanto ella como su público saben que sin Chespirito, nada será igual.

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