Carrie Fisher siempre será recordada como la rebelde Leia Organa de Alderaan, quien luchó para acabar con el Imperio en la saga "Star Wars".
Ícono de fuerza y determinación, unas escenas de la primera trilogía quedarán en la memoria de millones de personas, donde ella viste un bikini dorado y que, en muchos círculos de opinión, es considerado un insulto al personaje.
En la tercera cinta de la saga, "Star Wars: The Return of the Jedi", el personaje de Carrie Fisher intenta salvar a Han Solo (Harrison Ford) de las manos de Jabba, pero falla en su intento. Ella tiene que ser rescatada por Luke Skywalker (Mark Hamill), quien ahora es un jedi de gran habilidad.
Pero ella no se ve igual que siempre: Jabba la obliga a ponerse el bikini dorado, vestuario conocido por toda internet como el de "Leia esclava" (además, una cadena le rodea el cuello). Citada por The Guardian, la escritora Maria Heuhner comenta que incluso antes de saber qué es la "objetificación" de la mujer, ver a Leia de ese modo le hizo sentir "incómoda de niña".
La misma Carrie Fisher no estuvo de acuerdo con el uso del bikini dorado. En declaraciones a The Wall Street Journal en diciembre del 2015, ella sugirió qué podría decirle un padre a sus hijos sobre el motivo para que Leia tenga ese atuendo en los juguetes de la saga:
"Díganles que una babosa gigante me capturó y obligó a ponerme ese estúpido atuendo, así que lo maté porque no me gustó".
En octubre de ese mismo año, Carrie Fisher tuvo por medio de Interview Magazine unas palabras para Daisy Ridley, nueva heroína de la franquicia: "Deberías pelear por tu vestuario (para que no sea muy revelador). No seas una esclava como lo fui yo".
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