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Aldo Guerra dijo sobre el estado de salud de su padre, el actor Rogelio Guerra: “No estamos esperanzados en que vuelva a ser él”.
Hoy, dice, ve a su papá, juega con él, le habla y disfruta con él todo lo posible. “Pasó mucho tiempo enfermo y su cerebro no se desinflamó entonces no podíamos ver realmente cuál había sido el daño, por lo que habían estudiado parecía que el daño había sido muy menor y lo que estaba pasando era la inflamación del cerebro; ahora que ya pasó un año se desinflamó el cerebro y realmente sí hubo un daño, nos dijeron que es irreversible, o sea que no va a mejorar”.
Comentó que su papá está muy estable de salud pero no puede hablar ni caminar. Hay días en los que tampoco lo reconoce. La familia lo cuida y se asegura que él tenga las mejores condiciones de vida.
Al preguntarle cómo ha enfrentado esta situación, respondió: “Yo tuve un año muy difícil a raíz de todo esto, me afectó muchísimo, no supe manejarlo, me comí todos mis sentimientos, no podía ir a verlo, me costaba mucho trabajo verlo, y aparte era horrible porque había mucha presión del mundo externo de: ve a ver a tu papá a estar con él, pero era impactante. Desgraciadamente la vida te va poniendo pruebas y el papá de una amiga muy cercana falleció de manera inesperada y me contaba que no tuvo tiempo de decirle nada y en ese instante me cayó el veinte. Empecé ya a aceptar esta condición sin que fuera un dolor desgarrador”.
Actualmente Aldo Guerra está en las grabaciones de la telenovela Mi adorable maldición, una proyección de Nacho Sada en la que interpreta al mejor amigo del personaje de Pablo Lyle y que es utilizado por Laura Carmine, la villana.
“Hoy estoy en paz, si llega a pasar algo estoy muy bien con mi papá, estamos bien”, finalizó.