Con sólo once años la actriz británica Emma Watson se convirtió en una figura pública, debido a su rol como la estudiosa "Hermione Granger" en la franquicia "Harry Potter". Para evitar que su infancia se viera alterada por el acoso de sus compañeros de colegio, la institución en la que estudió optó por amonestar a quienes se acercaran a ella para pedirle autógrafos o para hablar de su carrera.
Según contaron antiguos alumnos de la escuela Headington de Oxford a un diario estudiantil, llamado The Tab, el colegio hizo un anuncio formal para orientar a los alumnos en su relación con la entonces actriz infantil.
"Recuerdo que nos advirtieron formalmente, y estábamos bastante asustados en poder tener un punto de castigo. En ese momento habría sido demasiado embarazoso", dijo una fuente citada por el periódico.
El sistema de amonestación para quienes incumplieran la regla era el siguiente: cada vez que alguien se acercaba a Watson por motivos extra-estudiantiles, recibía una advertencia.
Si reunía tres, se procedía a un castigo. No obstante, quienes tenían una relación de amistad con ella, o querían hablarle de temas ajenos a "Harry Potter", obviamente podían hacerlo.
"Por supuesto que si eras su amiga podías hablar con ella, pero nadie tenía permitido acercarse y pedirle un autógrafo", contó uno de sus ex compañeros. Tras salir del colegio, Watson estudió Literatura inglesa en la prestigiosa Universidad de Brown, en Estados Unidos.
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