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“El show debe continuar” es una frase muy utilizada en los espectáculos. Hace referencia a seguir adelante sin importar lo que le suceda a cada miembro del ensable (actores, músicos, tramoyistas...), pues se tiene la idea de que el público no debe verse afectado por situaciones personales.
La banda de rock británica Queen la utilizó en octubre de 1991 en el momento más difícil en la vida de Freddie Mercury, fue una gran analogía de lo que vivía el cantante, cuando los estragos de la epidemia del VIH que padecía lo tenían al borde de la muerte.
El tema “The show must go on” fue escrito por su compañero Brian May quien, cuenta, le recomendó a Mercury no cantarlo, pues requiere una complejidad vocal que el astro no podría interpretar en su condición. La respuesta del cantante fue: ¡La voy a cantar!
“Tengo que encontrar las ganas de continuar, mi maquillaje puede estar resquebrajándose, pero mi corazón sigue incólume”, canta un resquebrajado pero esperanzado Mercury en un himno a la fortaleza, el dolor y los contrastes que debe sortear un artista.
Esta historia, inmortalizada en los acordes y la voz del cantante en su momento de agonía es una buena metáfora al teatro. Actores interpretan personajes sin contemplaciones individuales para hacer vibrar a otros, quienes, a su vez, también olvidan su realidad mientras ven el montaje. Es un universo casi mágico de evasión, reflexión e ilusión.
Música clásica del siglo XX. No es de extrañar que la música de Mercury, que siempre tuvo mucho de teatral, se fusionara alguna vez con con lo histriónico. Ópera prima rock es un tributo, integrado por músicos, actrices y cantantes quienes decidieron recrear en vivo las melodías de Queen tal y como lo hacía Mercury en los estudios de grabación, pero sin imitarlo.
La agrupación se presentará por corta temporada a partir de hoy y hasta el mes de agosto en el centro Voilá. El espectáculo está constituido por piezas musicales de la banda británica, así como de composiciones de uno de los maestros de la música clásica: Mozart, de ahí que los intérpretes destacan por sus vestuarios al estilo Luis XV.
Este proyecto nació en Argentina para luego comenzar una etapa en nuestro país. Fue en ese entonces cuando la banda ideó juntar la música clásica con su análoga del siglo XX: “En ese entonces nos dimos cuenta que el aria de ‘La Reina de la Noche’ que forma parte de la obra la Flauta Mágica de Mozart tiene mucho que ver con ‘Bohemian Rhapsody’. Decidimos iniciar con esa aria, que es súper rockera, y de ahí comenzó a surgir la idea de ‘si viviera Mozart seguro sería rockero’”, considera Federico Di Lorenzo, quien forma parte del ensamble.
En entrevista con QUÉ HACER algunos de los integrantes hacen una analogía de cómo este tipo de espectáculos es importante para que la gente se reconozca emocionalmente: “Las nuevas generaciones necesitan empaparse de esto, que sí es música muy compleja, elaborada, es rock fino, y estamos perdiendo eso en la actualidad”, añade el músico.
El espectáculo, de dos horas y media, es interpretado por músicos artistas de diferentes de Latinoamérica, aunque la mayoría son mexicanos.