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Este será el tercer año que Angélica Vale celebre el Día de las madres y que Angélica María lo haga como abuela. Pero para ellas, más que una fecha para festejar, es un momento para recordar a las mujeres de su familia que se han ido y han marcado la manera en la que ven la vida.
“Creo que Angélica (Vale) y yo somos tan unidas —y más amigas que madre e hija— porque mi mamá fue así conmigo. Y a su vez, mi abuela fue así con mi madre, creo que nuestra educación viene de mujeres que se adelantaron a su época. Tratamos de seguir su legado ahora con Angeliquita”, explica Angélica María.
Aunque ahora agradece pertenecer a la familia de la que es parte, cuando era pequeña Angélica Vale lamentaba que la gente no creyera en ella sólo por ser hija Angélica María.
Vale, quien empezó su carrera a los dos años, pudo ser parte de Timbiriche y Chiquilladas, pero la negativa de productores fue algo que enfrentó desde pequeña y a veces se planteó si en verdad quería estar sobre los escenarios.
“Es muy difícil (ser hijo de actores). Si no vienes de una familia famosa, llega el productor y, si le gusta tu trabajo, te da la oportunidad. Pero cuando eres hija de artista, los productores no te van a contratar por que te dicen: ‘¿Qué, cree que por ser hija de Angélica María le voy a hacer el favor? Pues no, está muy equivocada’. Eso me pasó siempre, desde Chiquilladas”, recuerda Vale.
Sin quererlo, el rechazo de la televisión marcó su éxito en otro escenario. “Gracias a todo eso (las negativas de productores de TV) he tenido una carrera de teatro impresionante en donde aprendí. Hoy sé que tengo mucha más experiencia que otras actrices que se criaron en televisión”, explicó.
Para la también hija de Raúl Vale no fue sencillo levantar su carrera, pero el tener el apoyo y respaldo de sus padres y su abuela hizo que no desistiera de su sueño de ser actriz, de cantar y de estar siempre sobre un escenario.
Esta semana, curiosamente, Vale y María están lanzando el disco Dinastía, para celebrar a su familia.
Las tres amigas
'La Novia de México' describe el grado de confianza que le tuvo a su madre. “Cuando tuve a Angélica (Vale), yo la dejaba con mi mamá; así que también para ella fue una amiga. Yo era como la hermana o la otra amiga (de Vale) y de esa manera crecimos las tres: como amigas”.
Así que la relación con su madre y abuela fue de cómplices y amigas. Algo que no siempre pasó con su padre, quien explicó que era más reservado y autoritario con ella; y ahora que es madre de dos hijos no quiere que suceda con sus pequeños, por ello buscará transmitirle la misma educación que las mujeres de su casa le dieron.
“Es raro por que creen que la relación entre padres e hijos tiene que ser de autoridad; con mi papá la relación era más estricta, yo le quería platicar de mis novios y él me decía que no, que era muy pequeña. Me costó mucho trabajo ser amiga de mi papá, al final lo logramos, aunque nos duró muy poquito tiempo porque me lo quitaron muy rápido”, detalló Vale.
La actriz, quien ahora radica en Los Ángeles, aseguró que el papel de madre no es sencillo y más cuando de ser honesta con los hijos se trata, pues afirmó que así como a ella supieron decirle a tiempo para qué era buena y para qué no —como cuando quería formar parte de Timbiriche y su madre le dijo que eso no era para ella—, Vale hará lo mismo con sus hijos.
“Angeliquita ya está que se quiere subir a los escenarios. Yo sigo rezando porque quiera dirigir o producir en vez de actuar. Tendré que ser sincera con mi hija si quiere dedicarse a esto y no es talentosa, pero si nació talentosa ahí si agárrense porque voy a ser la primera en apoyarla”, aseguró Vale.
