En el conflicto venezolano hay circunstancias que apuntan claramente a la importancia que podrá tener la posición de las Fuerzas Armadas de ese país en el desenlace que podría darse a través de una negociación para elecciones libres y democráticas y sobre el que se ciernen amenazas de una sangrienta guerra civil. Paradójicamente la posible intervención extranjera por parte de Estados Unidos no es mal vista por gran parte de los venezolanos, lo que es en América Latina un fenómeno de nuevo tipo. Destaca también el hecho de que republicanos y demócratas apoyan la salida de Maduro como una solución inicial, elecciones e incluso una posible intervención militar.
El hecho es que en Venezuela se encuentra en una compleja encrucijada. Es una sociedad profundamente dividida, en la que políticamente se ha perdido el centro por la polarización, izquierda y derecha, Maduro y el chavismo vs. los conservadores, los ricos y la clase media golpeada y un sector cada vez más amplio de pobres que ponen los más grandes dramas por dramáticas insuficiencias de empleo, ingresos, alimentos, medicinas. Venezuela enfrenta una crisis económica que ha expulsado a 2.5 millones de venezolanos al exilio, recibidos por países de la región, entre los que destacan Colombia, Perú, Chile y Argentina. En lo político, Venezuela está en un callejón sin salida a la vista, entre el apoyo a un presidente provisional autoproclamado, Juan Guaidó, que ofrece el cambio y la solución a los graves problemas del país vs. Maduro cuyo gobierno es responsable de la mayor crisis económica vivida por Venezuela en toda su historia, y que carga con el lastre de que su elección el año pasado es considerada fraudulenta por la mayoría de los venezolanos y por los observadores internacionales. La oposición y una parte importante de la sociedad venezolana considera dictador a Maduro.
En el conflicto venezolano no pueden dejar de considerarse intereses económicos y movimientos de la geopolítica mundial: en América Latina y en el mundo, Venezuela se encuentra entre los tres o dos países con mayores reservas petroleras, con mucho el mayor país petrolero de la región. En la reunión del Consejo de Seguridad para tratar el conflicto en Venezuela fue rechazada la propuesta intervencionista de Estados Unidos por Rusia y China. Sin embargo le dio al conflicto venezolano carácter de interés mundial, siendo el primer choque geopolítico. Un artículo de Iván Witker publicado por Other News, resalta tres cuestiones: China es el principal inversor en yacimientos petrolíferos venezolanos y un cliente clave. Es fundamental para Beijing el petróleo pesado del Orinoco, igual que el petróleo iraní. Los rusos controlan en la actualidad el llamado Arco Minero en el estado de Bolívar, rico en oro y otros minerales, ahí fue encontrada la piedra de diamante llamada Barrabás de 155 kilates la más grande y pura (en 1942). Venezuela tiene la mayor reserva petrolera del mundo, estimada en 300 mil millones de barriles, y es el octavo país del mundo en reservas de gas. Tiene importantes recursos de hierro, oro, carbón, bauxita. Así como una enorme biodiversidad en territorio amazónico.
Witker señala que el 62% de tenedores de deuda venezolana son estadounidenses (Goldman Sachs, Black Rock…) y 12% son británicos. Ninguno se ha quejado del trato recibido por Maduro. En 2017, Goldman Sachs adquirió casi toda la emisión de dólares: 3,000 millones de PDVSA llamados “bonos del hambre”. GS fue acusada por la oposición venezolana de dar auxilio financiero a Maduro.
Llama la atención el impacto internacional de la crisis venezolana, en la que pueden definirse por lo menos seis posiciones: (1) En América Latina expresaron un claro apoyo a Maduro los gobiernos de Bolivia, Cuba y Nicaragua, mientras una mayoría de los países latinoamericanos consideran fraudulenta su elección o bien se abstienen de pronunciarse en favor o en contra. (2) México, Uruguay el Vaticano definieron una política para evitar una guerra civil y el derramamiento de sangre, pronunciándose por la no intervención y trabajar en favor del diálogo con apoyo internacional para encontrar una salida al conflicto. (3) La Unión Europea demanda nuevas elecciones limpias y con credibilidad, mientras el Parlamento Europeo se pronuncia en contra de Maduro y a favor de Guaidó. (4) China y Rusia apoyan de manera decidida a Maduro y rechazan una posible intervención militar de Estados Unidos en Venezuela. (5) Estados Unidos amenaza con una intervención militar, desconoce a Maduro como presidente de Venezuela, apoya a Guaidó, interviene económicamente en PDVSA, la empresa petrolera venezolana, y congela cuentas y firmas de Maduro. (6) Trump cuenta con el apoyo de republicanos y demócratas.
Varias interrogantes flotan en torno al desenlace del conflicto venezolano: ¿Cuál será la posición de las Fuerzas Armadas? ¿Qué tanto influyen las definiciones de distintos países en relación con su decisión de continuar apoyando o no a Maduro? ¿El espíritu nacionalista de las Fuerzas Armadas Bolivarianas se mantendrá como hasta ahora? ¿Y al mismo tiempo podrán ser un factor central para la negociación de una salida pacífica? ¿Cómo reciben y reaccionan frente a la amenaza de una intervención armada de Estados Unidos? John Bolton y Elliott Abrams fueron designados por Trump para atender el asunto Venezuela; tienen una negra historia de apoyo a acciones intervencionistas de Estados Unidos. Trump fue el primero en reconocer, de manera inmediata, a Juan Guaidó cuando se proclamó Presidente Provisional. Flotan más interrogantes que respuestas en el conflicto, Venezuela merece una salida pacífica y negociada. Su sociedad espera un cambio. Los buitres vuelan sobre las presas.
Periodista, analista internacional