Estados Unidos llega a la Cumbre del G-7 en La Malbaie, Quebec, más aislado que nunca. El primer ministro de Canadá se ha visto obligado a diseñar estrategias que permitan a la Cumbre salir adelante, cuando inicia sus deliberaciones con el mas alto nivel de tensiones por la política del presidente Donald Trump. “America First” según la Casa Blanca está garantizando el respeto del mundo entero, ¿a pesar de la ruptura incluso con sus aliados? Trump ha abierto todos los frentes, avanzando sin tomar en cuenta a sus aliados, en contra de los intereses de los mismos, sin medir daños ni respuestas. Ha creado las mayores tensiones entre los 7 países más desarrollados desde que iniciaron las Cumbres en 1975. Aunque Larry Kudlow, principal asesor económico, intente disminuir las confrontaciones diciendo que se trata sólo de “pleitos de familia.”

En unos pocos meses, Washington ha abierto todos los frentes contenciosos con sus aliados, es difícil entender por qué impuso aranceles a los países europeos y también a sus principales socios comerciales, Canadá y México, unas semanas antes de la reunión anual del G-7. Quiere pelear con todos, al mismo tiempo, ¿eso le hace sentir que EU es respetado? No hay estrategias (y se han intentado muchas, incluso todas las posibles) para hacerle entender que las relaciones así no avanzan, sino se destruyen. Cerca de año y medio lleva Trump confrontando a sus aliados europeos, de la OTAN, de América del Norte. El aumento de las tarifas del acero y el aluminio confirma que su política es la pelea, en aras de problemas económicos imaginados más que reales, y sobre todo para mostrar a sus electores que el pleito es lo que garantiza someter al otro, a los otros, al mundo… México y Canadá también sufren la imposición de los mismos aranceles, las amenazas contra el TLCAN, el daño a sus economías, la negociación en medio de golpes bajos. Lo inimaginable es que Washington afirme que los aranceles tienen motivos de “seguridad nacional”. Así lo que ha logrado Washington es que Estados Unidos se esté convirtiendo en un país aislado.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, lo han intentado todo, para dialogar y convencer a Trump que va por el camino equivocado, que los acuerdos se hacen entre muchos, que un país por importante que sea requiere de los otros y debe tomar en cuenta a sus aliados. El jueves el presidente de EU tuiteó: “nos alistamos para ir al G-7 en Canadá para luchar por nuestro país… tenemos los peores tratados comerciales jamás realizados”. Por su parte, Macron tuiteó el mismo jueves más tarde y en inglés para que lo comprendiera bien: “Al presidente estadounidense no le importa estar aislado, como tampoco nos importa a nosotros firmar acuerdos de seis países si fuera necesario”. Trump respondió “Por favor díganle al primer ministro Macron y al presidente Trudeau que estamos imponiendo tarifas y creando barreras no monetarias. Espero vernos mañana”.

Es de esperarse que los acuerdos del G-7, este sábado, sean firmados por seis países, sin Estados Unidos. Otro hecho que lo confirmaría es la información que se dio a la prensa a través de una declaración de la Casa Blanca, en el sentido de que Trump estaría totalmente ausente del segundo día de la Cumbre. El comunicado final, que normalmente circula antes o durante el inicio de las deliberaciones del G-7 no aparece aún. Se dice que no circulará y que muy posiblemente la Cumbre concluya con un discurso de quien la preside, es decir Trudeau, el primer ministro de Canadá. Lo que significaría que no sería necesario que Trump apruebe nada. Sería lógicamente posible, unificar a los seis países para evitar que aumente el daño que “America First” está haciendo.

En el G-7 está claro que no es posible asumir que hay una amistad y una alianza confiable con Estados Unidos. Primero abandonó el barco del Acuerdo de París sobre cambio climático, cuando es uno de los principales contaminadores del planeta; abandonó el Acuerdo con Irán por su cuenta y riesgo, sin tener siquiera en consideración a los otros países firmantes que continúan trabajando para mantener los acuerdos con Irán, que está cumpliendo hasta ahora. Y recientemente Washington inició una guerra comercial que puede tener consecuencias lamentables para la economía global y que está teniendo ya efectos muy negativos. Varios países, entre ellos México, han denunciado ya los aranceles unilaterales de Washington ante la OMC e impondrán en represalia otras aranceles a Estados Unidos. En un año y medio, la política exterior de Trump va en sentido contrario, se descarrila.

Periodista y analista internacional

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