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En materia educativa, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha dejado claro que su interés principal es ampliar la matrícula de la educación superior, para lo cual se construirán 100 universidades (llamadas Benito Juárez) y se promulgará una ley para convertir este nivel educativo en obligatorio y gratuito.
Los demás proyectos en materia de educación son francamente anodinos. Un ejemplo de ello es el organismo que sustituirá al extinto INEE y que será responsable del Sistema Nacional de Mejora Continua del Magisterio. Este nuevo organismo no tendrá ningún tipo de autonomía, aunque en la Constitución se diga que será una institución desconcentrada, con autonomía técnica y administrativa. Sin embargo, en los hechos dependerá del Secretario de Educación Pública y entre sus grandes funciones, además de realizar estudios, estará la de hacer recomendaciones; así como se lee, RECOMENDACIONES o sugerencias, si se quiere emplear un sinónimo. Es decir, este nuevo organismo no tendrá ningún peso en la toma de decisiones para la mejora educativa, como lo tuvo el INEE que, en vez de recomendaciones, emitía directrices. Por otro lado, el modelo de la “nueva escuela”, que entrara en vigor este semestre, no tiene nada de nuevo y no agrega nada al modelo educativo de 2013, también extinto. Solo se cambian algunos términos, como el de “calidad” por el de “excelencia” y se agregan algunos temas en el currículo. Pero en esencia, el modelo pedagógico sigue siendo el mismo.
Por lo anteriormente dicho, se puede anticipar que los niveles de aprendizaje o de logro educativo de los estudiantes no mejorarán a lo largo de este sexenio. Por el contrario, es posible que empeoren, dada la preponderancia que ahora tiene el sindicato de maestros en la toma de decisiones educativas. Eso lo dirán los resultados de las evaluaciones estandarizadas que realicen los organismos nacionales (Excale) e internacionales (LLECE y PISA).
Sí los estudiantes que terminan la educación media superior egresan con muy bajos niveles de aprendizaje (como se ha documentado de manera abundante), la creación de las 100 universidades tienen un futuro poco promisorio, que se traducirá en un alto porcentaje de deserción y en un pobre nivel profesional de quienes logren terminar sus estudios de licenciatura. Serán 100 universidades "patito" que, si bien ampliarán significativamente la oferta educativa, no resolverán los bajos niveles de competencias profesionales de sus egresados. La razón es muy simple: estas universidades admitirán a los estudiantes de menor preparación académica, que no son admitidos por otras instituciones de mayor prestigio.
Por otro Lado, AMLO ha mostrado desinterés en la verdadera clave para mejorar el rendimiento académico de la población mexicana: la educación inicial. La literatura científica tiene evidencias muy sólidas de que el desarrollo de las habilidades cognitivas, especialmente las del lenguaje, inicia desde edades muy tempranas y que los niños que no viven en ambientes que las estimulen sufren un rezago importante en su vida escolar, que se amplía conforme pasen los años y se sube de nivel escolar. También está muy bien documentado que los ambientes familiares en donde esto sucede son aquellos donde priva la pobreza, el analfabetismo y, en general, el bajo nivel cultural y educativo de los hogares. Esto explica en gran medida que la mayoría de los estudiantes que logran terminar la educación obligatoria y que provienen de hogares con un bajo nivel cultural, sean quienes en los exámenes para ingresar a las universidades obtengan las calificaciones más bajas y, en consecuencia, no logren ingresar a las instituciones y carreras de su preferencia. Por lo anterior, la mejor apuesta que puede hacer un país es fortalecer la educación desde los primeros años de vida; es la única manera de poder compensar las desigualdades sociales de origen y no perpetuarlas.
De acuerdo con un amigo y especialista en educación del País Vasco, AMLO está construyendo la casa de la educación por el techo (educación superior) y no por los cimientos (educación inicial).
Presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa, A.C.
@EduardoBackhoff