Eduardo Backhoff Escudero

Destruyendo un volcán en México: tema de sustentabilidad

31/08/2018 |01:06
Redacción El Universal
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En la Cumbre de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible (2015), donde participaron 195 naciones, se aprobó el documento “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. En este texto se describen los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), con el propósito de poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático para el 2030. De estos objetivos se desprenden 169 metas, que pretenden incidir en las causas estructurales de la pobreza, combatir las desigualdades y generar oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población en un marco de desarrollo sostenible; concepto que se refiere a un modelo de desarrollo económico compatible con la conservación del medio ambiente y con la equidad social.

Entre los 17 objetivos, se encuentran dos de interés para este artículo: el 4, dedicado a la educación de calidad, y el 6, enfocado al agua limpia y al saneamiento. De gran importancia se encuentra la Meta 6.6, que se enfoca en proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua , incluidos los bosques, LAS MONTAÑAS, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos.

Hago esta introducción para mostrar que los gobiernos mexicanos solo están interesados en suscribir acuerdos mundiales, pero no en hacerlos realidad. Pongo a continuación el ejemplo de la destrucción del volcán Yuhualixqui, cuyo material se utiliza ahora para la construcción del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) . Este volcán es parte de la Sierra de Santa Catalina, cadena montañosa que se ubica en el oriente de la CDMX y que, en 1998, se declaró área de conservación ecológica. La sierra está formada por los volcanes Xaltepec o “Cerro de la Cruz", Tecuauhtzin o Santiago, Guadalupe o El Borrego y La Caldera, así como por cuatro o cinco cerros. Durante el tiempo anterior a la desecación de los lagos del Valle de México , esta sierra formaba una península que se conoce con el nombre de Iztapalapa, porque ahí habitaba la población con el mismo nombre.

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La sierra de Santa Catarina padece un grave deterioro ecológico ya que, además de sufrir una deforestación severa, explotan sus yacimientos de tezontle, basalto y arena. Desde hace medio siglo inició la proliferaron al pie de la sierra de numerosos asentamientos irregulares, y aunque la tendencia se ha reducido considerablemente, el volcán Yuhualixqui es uno de los más sobreexplotados y deteriorados de la sierra ; esto ocurre debido a que una compañía privada se lo compró al entonces Departamento del Distrito Federal. La sobreexplotación por más de sesenta años ha provocado que su estructura se haya reducido en un 60%. Ante este desgracia ecológica y cultural, los habitantes de Tezonco se han manifestado, pidiendo que se deje de destruir lo que queda del volcán; pero el gobierno ha hecho oídos sordos, más cuando ahora el material se utiliza para la construcción del AICM .

Cuando uno vistita el lugar puede admirar las distintas zonas de la ciudad que lo rodea y entiende por qué José María Velasco (JMV) pintaba esta sierra en muchos de sus paisajes del Valle de México , que se puede apreciar al pie de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Lo que se esta haciendo con esta sierra y, en especial, con el volcán Yuhualixqui se llama un ecocidio, pues el daño que se está provocando a esta maravilla topográfica del Valle de México es irreversible. Destruir un volcán se dice fácil , pero se requiere de mucha estupidez para autorizarlo y otro tanto para dejar que desaparezca de manera definitiva y solo se conserve en las pinturas de JMV.

Además de la destrucción de nuestros volcanes –que debieran ser patrimonio nacional y no propiedad privada–, el gobierno le está enseñando con este ejemplo a las nuevas generaciones de ciudadanos que es correcto destruir la naturaleza y que no le interesa conservar sus recursos naturales , como son los ríos, mares, bosques y montañas. Por ello me pregunto: ¿cómo los alumnos mexicanos podrán aprender la importancia de conservar sus recursos naturales, como estrategia de sobrevivencia y respeto a la naturaleza? y ¿cómo se debe de conciliar la Agenda para el Desarrollo Sostenible suscrito por México y la complicidad de su gobierno en la destrucción de uno de sus volcanes?

La única esperanza que veo posible, por ahora, es confiar en el cumplimiento de los compromisos que hizo AMLO durante su campaña presidencial, respecto al tema de Medioambiente y Sustentabilidad: considerar el impacto ambiental, conservar el capital natural, reforzar la educación ambiental y el manejo comunitario sustentable.


Presidente de la Junta Directiva de Métrica Educativa, A.C.
Ex presidente de la Junta de Gobierno del INEE