La Ciudad de México es motor económico, financiero, así como corazón político de la nación. De este modo, lo que ocurre en la capital impacta en distintas dimensiones en el resto del país.

El reto que tiene frente a sí el nuevo Gobierno de la Ciudad de México es mayúsculo. La administración entrante recibe una capital con graves problemas en materia de seguridad, medioambientales, de movilidad, vivienda y económicos, entre otros. En un contexto de cambio como el que se vive, el desafío más grande es recuperar la credibilidad de la ciudadanía y reducir las desigualdades.

Claudia Sheinbaum ganó la elección local de forma clara bajo la representación de Morena, partido al que también pertenece el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Esta afinidad puede resultar beneficiosa para los capitalinos en términos de coordinación y apoyo federal al nuevo gobierno de la Ciudad.

La percepción de inseguridad que tienen los capitalinos se incrementó en los últimos años, del mismo modo que quedó demostrada la presencia y operación activa de bandas del crimen organizado en distintas zonas de la Ciudad. A estos fenómenos hay que darles cara y neutralizarlos cuanto antes.

Otro pendiente es el fortalecimiento del Estado de derecho, lo que implica emprender acciones sobre el ambulantaje; tendrán que mejorar las condiciones para el desarrollo de pequeños negocios dentro de la formalidad. En el fondo, es imperativo promover una nueva cultura cívica basada en el respeto común.

A pesar del vigor económico de la Ciudad de México, es necesario reducir la evidente brecha de desigualdad entre los habitantes. Las nuevas políticas de movilidad obligan a ver más allá de los automóviles, para reforzar el uso de transporte público masivo y de medios alternativos, como la bicicleta. La situación del Sistema de Transporte Colectivo Metro, por ejemplo, es deplorable.

Algunos elementos más en los que la administración entrante tendrá que dar respuestas son la necesaria sustentabilidad del medio ambiente local, así como garantizar el abasto de agua. Está pendiente la agenda de reconstrucción de la capital luego de los sismos de septiembre de 2017, que afectaron a miles de familias y cientos de edificaciones, quienes después de tanto tiempo continúan en espera de apoyo oficial.

El principal reto del nuevo gobierno es que la Ciudad no solo sea productiva y turística, sino lograr espacios en los que los habitantes puedan desarrollarse y aportar al beneficio común. El éxito del gobierno de Sheinbaum se reflejará en una mejor calidad de vida para los habitantes. No será fácil, pero es necesario implementar nuevas formas de resolver los problemas de la capital.

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