Editorial EL UNIVERSAL

La trata de personas no cede

30/07/2018 |01:10
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil



México se convirtió en la última década casi en un paraíso para las bandas dedicadas a la trata.

Ante la presión de grupos civiles, las autoridades han puesto énfasis en combatirla, pero los casos siguen presentándose, y en ellos niños, adolescentes y mujeres son las principales víctimas. En el mundo, la Organización de las Naciones Unidas ha establecido que aproximadamente 30 por ciento de las víctimas de la trata son niños, y un 70 por ciento son mujeres y niñas.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública refieren que de enero a junio de 2018 el total de víctimas de trata a nivel nacional asciende a 218, por las cuales se abrieron 154 carpetas de investigación.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

La explotación con fines sexuales tiene un modus operandi ampliamente conocido. Jóvenes en situación de vulnerabilidad son contactadas por medio de redes sociales; usualmente con falsas promesas de casamiento son engañadas para que abandonen su casa, y en poco tiempo se encuentran inmersas en el mundo de la prostitución.

Esta modalidad cuenta también con un rostro internacional: desde México ofrecen “trabajo” a mujeres que viven en países con grave situación económica, como Venezuela. Al llegar al país, una extensa red se colude para explotarlas: desde personal de migración en aeropuertos, taxistas y empleados en moteles de paso hasta personal que controla las páginas de internet en las que ofrecen servicios sexuales.

El delito inicia con la captación de la víctima, su transporte y recepción con el propósito de explotarla, y termina donde empieza la manera en que van a esclavizar a la persona; a partir de ese momento comienzan a configurarse otros ilícitos.

Aunque en la mayoría de los casos la trata tiene una modalidad de explotación de carácter sexual, menores de edad y jóvenes están siendo forzados para integrarse a las filas de bandas criminales. La Comisión Nacional de Derechos Humanos reconoce que se ha avanzado en visibilizar esta otra forma de trata, por lo que urge al Estado a definir la manera en que va a trabajar para contener ese ilícito.

Cuando se muestran avances en contener la explotación sexual, los grupos empiezan a diversificarse y ahora es el crimen organizado el que va tras niños y adolescentes.

Autoridades enfrentan un delito que cambia de objetivo y no cede. Por ese motivo, la estrategia debe ser atacar las causas estructurales como pobreza, corrupción, impunidad y falta de acceso a oportunidades. Hay zonas en México que reúnen esas condiciones. Ahí el riesgo es mayor, ahí debe comenzar a trabajarse.