Más Información
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
“Vamos a dar apoyo a los pequeños agricultores por sequía en Sonora”; Claudia Sheinbaum instruye a Berdegué
Derrota de México en disputa por maíz transgénico contra EU; estos son los argumentos de Sheinbaum y AMLO para prohibirlo
viridiana.ramirez@eluniversal.com.mx
Su forma no es la de un alacrán. Mucho menos está habitado por estos arácnidos. En realidad, el archipiélago Arrecife Alacranes fue bautizado con ese nombre por la descripción que dejó un navegador que encalló en este lugar, allá por 1500. Su bitácora de viaje fue encontrada entre los bancos de arena; en ella describió que la soledad, la falta de agua dulce y estar tan alejado de la civilización, dolía como la picadura de un alacrán.
Este inhóspito paraíso representa la estructura coralina más grande del golfo de México y el único arrecife de Yucatán .
Está formado por cinco islas: Blanca, Chica, Desterrada, de los Muertos y Pérez . Esta última es la única habilitada para ser visitada por los turistas. En ella habitan solo seis personas, entre biólogos y personal de la Marina de México.
Isla Pérez posee aguas de tonalidades turquesa y poco profundas. La entrada de viajeros está limitada, únicamente se permiten 111 personas al día, las cuales deben hacer un trayecto desde el puerto de Progreso, de más de cinco horas, para llegar al arrecife, que también es Parque Nacional y Área Protegida.
Qué hacer
Una vez que los visitantes ponen un pie en la playa, tienen la libertad de caminar e internarse por los senderos establecidos para observar aves. El área es un punto de anidación del pájaro bobo enmascarado, especie en peligro de extinción, que cuando se encuentra en temporada de anidación, desde lejos su parvada se aprecia como una inmensa alfombra de plumas blancas.
En la misma Isla Pérez existe un faro considerado zona arqueológica por el INAH . Con autorización de los guardias de la Marina, se puede subir y apreciar el resto de las islas, prácticamente inalteradas por el humano.
Esnorquelear
y bucear son otras actividades que enriquecen este viaje. En el fondo marino se podrán apreciar familias de corales “cuerno de alce” y los inmensos “cerebros”, característicos por su estructura redonda y acanalada.
Los fanáticos del buceo descubrirán que en el fondo del archipiélago hay restos de barcos del siglo XV. En sus inmersiones también pueden encontrarse con la fauna marina: tortugas, mantarrayas y tiburones nodrisa. Además, este sitio es una zona importante de reproducción de pulpos, langostas y caracoles.
Los visitantes deben saber que en el arrecife no hay prestadores de servicios, restaurantes, ni hoteles o cabañas. Cualquier actividad que deseen realizar, así como la compra de alimentos y agua potable, deben adquirirlos con el prestador de servicio que los llevará hacia Arrecife Alacranes.
Huésped responsable
De junio a octubre se considera la mejor época para ir al archipiélago, ya que los vientos no son intensos y el mar está en calma. Durante esos meses se permite acampar en Isla Pérez, bajo previa autorización de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas .
Está prohibido tener fuentes de luz encendidas durante la noche, ya que todo el año llegan diferentes especies de tortugas a desovar, como la caguama y carey. Tampoco pueden encender fogatas, preparar alimentos o utilizar el pasto y arena como sanitario, para ello deben regresar a su embarcación. Por último, cualquier basurita deberán llevarla con ellos de vuelta.
GUÍA DEL VIAJERO
Cómo llegar
Se debe tramitar un permiso de entrada en las oficinas de la Conanp , en Mérida, y pagar una cuota de 64 pesos por cada día que se esté en el parque. El trámite se realiza en dos horas.
Posteriormente, hay que dirigirse a Progreso, a 45 minutos de la capital yucateca, para contratar un tour con los prestadores de servicios autorizados por la Conanp.
Quién te lleva
Mayan Dive
ofrece recorridos en barco para 10 personas, desde mil 500 pesos por hora.