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samantha.guzman@clabsa.com.mx
Este es el reino de las cactáceas . Están por todos lados y en gran variedad de tamaños. Algunas duplican tu estatura y otras son tan gorditas que parece que van a explotar. Muchas son como un pequeño ejército —bien formadito y al acecho— que resguarda esta tierra y a los cientos de especies animales que se ocultan en ella. Este escenario es el sello de identidad de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán , que abarca parte de los estados de Oaxaca y Puebla . Hace apenas un mes estuvo a punto de convertirse en Patrimonio de la Humanidad, pero no lo consiguió, aunque tiene bastantes atributos para serlo.
Por qué es tan especial
El principal atributo de Tehuacán-Cuicatlán es la diversidad, de acuerdo con Gloria Tavera, directora regional Centro y Eje Neovolcánico de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. En primer lugar, está su riqueza de cactáceas; todavía se encuentran ejemplares enormes de biznagas que eran utilizados por el hombre hace más de mil años, y posee una de las mayores concentraciones de cactáceas columnares. De sus especies vegetales, 11% son endémicas, y esto a su vez representa entre 10% y 11% de la variedad de plantas en México. No todo es paisaje semidesértico, pues parte de la reserva es bosque de encino.
No se queda atrás en cuanto a fauna espectacular. En ella habitan cinco de los seis tipos de felinos que es posible encontrar en el país, como el puma y el jaguar. Y es un territorio sobrevolado por aves tan distintas como el águila real y la guacamaya verde; en total hay 336 especies.
Su aspecto cultural destaca también. Aquí se tienen vestigios de los primeros sistemas de irrigación conocidos que existieron en Mesoamérica ; la presa de Purrón, la más antigua, fue construida hace dos mil 800 años. Asimismo, se han encontrado muestras de las primeras clases de maíz que se usaron en México.
Por qué no fue declarada Patrimonio
El 7 de julio, la agencia AFP informó que Tehuacán-Cuicatlán había sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Más tarde desmintió la información, al igual que la CONANP. Lo que sucedió fue que durante la reunión del Comité del Patrimonio Mundial se postergó la designación. La Unesco hizo una serie de recomendaciones; entre ellas: enriquecer la documentación e investigación relacionadas con los valores que posee la reserva, así como establecer planes de operación, mantenimiento y protección e involucrar en ellos a las comunidades locales.
Gloria Tavera afirma que la designación es un proceso largo, en el cual se debe integrar y actualizar información y documentos que soporten el valor de la reserva. En ello trabajan en conjunto la CONANP , el INAH y el gobierno de los estados involucrados, explica.
El nombramiento podría darse finalmente el próximo año, aunque hay un plazo de tres años para entregar la documentación necesaria, según información de Tavera y AFP.
Una vez que sea reconocida como Bien Mixto del Patrimonio de la Humanidad, conservará la designación como Reserva de la Biósfera.
Cómo visitar la reserva
Uno de los grandes atractivos que tiene la reserva es el Jardín Botánico “Helia Bravo Hollis”, dedicado principalmente a las cactáceas. En total exhibe 53 especies.
La empresa Totonal ( www.totonal.com ), enfocada en el turismo alternativo y sustentable, organiza una ruta de dos días por Tehuacán-Cuiatlán. Su recorrido incluye la visita al Museo Paleolítico Comunitario de San Juan Raya, donde verás fósiles marinos (se cree que la reserva fue un brazo de mar) con 110 millones de años de antigüedad y aprenderás en un taller a “crear fósiles”. Incluye hospedaje en cabañitas y una caminata bajo las estrellas.
En números
-35 mil personas habitan la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán.
-2,700 plantas, aproximadamente, se han identificado hasta el momento. El 11% son endémicas.