Para una experiencia de compras high end o en otras palabras, de primera, la opción principal de Florida es Bal Harbour Village, distrito ubicado hacia el norte de Miami.
Allí se encuenrta Bal Harbour Shops, que no es el típico mall. Es uno de los más antiguos centros comerciales de lujo y el que más ventas por metro cuadrado reporta en el mundo: 2 mil 555 dólares, por encima de destinos en Las Vegas, Dubai o Londres.
En este lugar se exhiben automóviles de lujo que están disponibles para renta. Alexander McQueen, Saks, Carolina Herrera, Chanel, Hublot, Thomas Pink, Valentino, Zegna, Neiman Marcus y muchas tiendas más completan el catálogo de lujo.
La avenida Collins atraviesa el distrito, que se encuentra dispuesto sobre la costa y prácticamente todos los hoteles tienen acceso al mar. Si bien el lugar no ofrece múltiples descuentos durante el Black Friday, sí es posible conseguir ofertas y gangas entre junio y agosto.
Ann Brigle, gerente de relaciones públicas del centro comercial afirmó en entrevista para EL UNIVERSAL que es común encontrar celebridades en The Shops, lo mismo O'Rei Pelé, que Santana o algún millonario.
"Hay gente que viene del otro lado del mundo para comprar sólo un par de aretes", dice.
Es posible comprar un collar Chanel de 3 mil 500 dólares, unos zapatos Manolo de 650 dólares, o un reloj Piaget de 26 mil. Chamarras Dolce & Gabbana de 48 mil y camisas) de Carolina Herrera en 90 dólares.
John Varvatos consiguió en 2014 uno de los disputados espacios dentro del centro comercial. Se trata de un concepto de "ropa de rockero" de diseñador.
El centro comercial tiene restaurantes de primera:
A eso de la una o dos de la tarde se llena el Carpaccio, restaurante italiano tradicional. La estrella es el carpaccio de res. Las pizzas y la pasta con mariscos también son opción, con sus porciones abundantes.
Es común encontrarse modelos que lucen las últimas creaciones, como las de Capri, que utilizan el mismo restaurante como pasarela.
Otra opción para lunch o brunch es el Zodiac, dentro de Neiman Marcus. Cada comida empieza con su tradicional pop up bread, el cual es bollo caliente e inflado que puedes comer con mantequilla de frambuesa.
Para la cena la referencia es el Makoto, concepto japonés donde más de una vez se ha visto a celebridades como las hermanas Kardashian .
Por si fuera poco, a 15 minutos de Bal Harbour se encuentra Aventura Mall, que completa el catálogo de boutiques reconocidas, como Hugo Boss, Burberry, Cartier, Dior, Mont Blanc, TAG Heuer y Louis Vuitton (of course).
El hospedaje
Tal vez el más importante de los hoteles es el St. Regis. Repleto de arte, mantiene un nexo con la moda y las últimas tendencias de la plástica. El hotel tiene una galería de arte discreta con obras de Botero y fotografías de iconos de la moda como Karl Lagerfeld y Kate Moss.
Su programa Wellness incluye entrenamientos personalizados para los huéspedes y sesiones de reiki y yoga frente al mar. Incluso hay un carril para correr a lo largo de toda la playa.
La experiencia gastronómica continúa en el J&G Grill, donde las notas altas del menú están entre el salmón, las escalopas y las trufas.
Todas las habitaciones tienen vista al mar y el piso del lugar es un mármol llamado God Stone Marble, o Flor de Dios, único en el mundo por la forma similar a una flor y ya no es posible encontrarlo en otro lugar, pues luego de abastecer al hotel, la mina fue cerrada.
The Ritz-Carlton se encuentra en la punta norte de Bal Harbour. Su colección de arte está valuada en 4 millones de dólares. En su restaurante, el Mister Collins, son famosos los pretzels recién horneados con salsa de queso. Para el postre no hay otra que el pastel de banana envinado.
Contenido publicado originalmente el 12 de octubre de 2014 en Destinos de EL UNIVERSAL
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