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De factoría aérea a factoría de cine, en el 2000 un equipo de producción llegó a Leavesden, al noroeste de Londres, con el propósito de rodar una película basada en el libro publicado por J.K. Rowling en 1997, Harry Potter y la Piedra Filosofal .
Durante una década, el universo mágico de Rowling cobró vida en los estudios con las 8 películas de la exitosa saga fantástica. Leavesden se ha convertido en lugar de peregrinación para los fans de la saga y el ‘Warner Bros. Studio Tour – The Making of Harry Potter’ es, con miles de visitantes diarios, una de las visitas turísticas indispensables en el entorno de la capital británica desde que abrió sus puertas en 2012.
En la visita a los estudios los fans pueden encontrar objetos míticos de la saga, tomarse un cerveza de mantequilla o recorrer célebres decorados como los del Diagon Alley , el andén 9 ¾ , el Bosque Prohibido , o el número 4 de Privet Drive , la casa donde Harry vivía hasta descubrir que era mago.
Por suerte para los ‘muggles’, el mundo mágico no está encerrado en los estudios de cine, y en Gran Bretaña se pueden visitar muchos de los lugares que aparecen en las películas o que inspiraron su creación.
Rincones históricos para recrear Hogwarts
En la ficción, el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería está situado en las Highlands de Escocia y es invisible para las personas ajenas al mundo mágico. En la vida real, la locación más emblemática es el castillo de Alnwick, en Northumberland, al noroeste de Inglaterra. Es uno de los más antiguos del país y el segundo mayor castillo habitado de Inglaterra, tras el de Windsor. Fue Hogwarts en las dos primeras películas de la serie. Las visitas incluyen desde exhibiciones de magia y rutas teatralizadas relacionadas con el rodaje hasta, por supuesto, una lección de vuelo con escoba.
El Christ Church College de Oxford es el colegio más grande de esa ciudad y, si ya era el más prestigioso, ahora es el más conocido gracias a su ‘Great Hall’: el ‘Gran Comedor’ del Colegio Hogwarts en las películas, y su ‘Gran Escalera’, el lugar donde son recibidos los estudiantes que llegan por primera vez a Hogwarts .
El claustro de la Catedral del Gloucester, al suroeste de Inglaterra, se convirtió en la sala común de Gryffindor , y por sus corredores con más de 13 siglos de antigüedad, deambulaban Nick Casi Decapitado y Myrtle la llorona entre los estudiantes del colegio de magia.
Londres: puerta al mundo mágico
La capital británica aparece de forma recurrente a lo largo de la saga. Borough Market, la estación de metro de Westminster, Tower Bridge, o el Millenium Bridge aparecen en los filmes. En el Zoo de Londres, Harry descubre que puede hablar con las serpientes.
También en Londres se puede visitar Leandenhall Market, el mercado victoriano desde el que a través del pub ‘The Leaky Cauldron’ los magos acceden a Diagon Alley , donde pueden realizar sus compras. La entrada al pub es en realidad una óptica. Pero, sin duda, la estrella del universo Potter en Londres es la estación de King’s Cross, desde donde parte el tren Hogwarts Express . Aunque para los exteriores en la película se recurrió a la contigua estación de St. Pancras (y para parte del interior, a la estación de York), dentro de la estación de King’s Cross los fans de Harry Potter pueden fotografiarse a punto de cruzar hacía el mágico andén a través de una pared.
Foto: EFE/ Javier Lizon
Rumbo a Escocia con el Hogwarts Express
Los impresionantes paisajes de las Highlands escocesas no tienen menos protagonismo en las películas de Harry Potter, como parte del recorrido del Hogwarts Express y como el entorno en el que se ubica el propio Hogwarts . En el viaje rumbo al colegio el tren pasa por el icónico viaducto Glenfinnan, que en la vida real forma parte de la línea ferroviaria entre Fort William y Mallaig, por la que circula, tanto un servicio regular, como uno especial durante verano, Jacobite, con locomotora de vapor al estilo de Hogwarts Express, operado por West Coast Railways.
Foto: EFE/ Javier Lizon
El valle de Glencoe, en las Highlands, fue el escenario ideal para los partidos de quidditch, con el Glen Nevis, la montaña más alta de Gran Bretaña. En el café The Elephant House, en Edimburgo, J.K. Rowling escribía habitualmente, y se ha consagrado como el lugar de nacimiento de Harry Potter.