Es un archipiélago de 15 islas ubicadas en el Pacífico Sur, muy próximo a Nueva Zelanda. Deben su nombre al explorador británico James Cook, quien las avistó en 1773, aunque fue el navegante español Álvaro de Mendaña y Neyra el primero en descubrirlas en 1595. El Capitán Cook las reclamó para la Corona británica pero las islas no se convirtieron en un protectorado británico hasta 1888. Tienen más de medio siglo que se independizaron de Nueva Zelanda y son un estado asociado a este país.
Con furia volcánica
Ocho de las islas, las del norte, son atolones, y las siete islas del sur son volcánicas. Por eso es que tienen montañas y son muy fértiles. Aquí es donde se concentra la mayor parte de la población. Dos de éstas, además, están deshabitadas.
Sus habitantes, los cookianos
Están relacionados con la cultura maorí de Nueva Zelanda y sus costumbres ancestrales son similares a las de la cultura tahitiana. Cada isla tiene su propia danza.
La mejor playa
La playa One Foot Island, en la isla de Aitutaki, es una de las maravillas naturales de la zona: por el tipo de terreno, oleaje y arena blanca la Organización Mundial de Turismo la considerada una de las mejores del Pacífico.
(Foto: Cookislands.travel)
Impacto al entorno
En teoría no existe ningún hotel que perjudique el medio ambiente No pueden sobrepasar las dos plantas, ya que las palmeras deben ser lo primero que se vislumbre desde el océano.
Llévatelos de recuerdo
Como recuerdos, los turistas se suelen llevar de estas tierras, algunas confecciones de colchas realizadas con estampados de la flora o fauna de las Cook, sombreros tejidos a mano con fibra de palmera o coco y algunas joyas en madera o perlas.
Clima
Tiene dos estaciones: la de lluvia, de diciembre a marzo, y la seca, de abril a noviembre, con una temperatura que oscila entre los 22° C y los 28° C grados.
En números
13 mil habitantes tiene el archipiélago.
50 mil cookianos, según un cálculo, emigraron a Nueva Zelanda.
74% de la población vive en Rarotonga, donde está Avarúa, la capital.