1. VAL’QUIRICO, NATIVITAS
Muy cerca del límite con Puebla nació un pueblo de postal europea, Val’quirico. Es un desarrollo inmobiliario construido en los vestigios de la hacienda Santa Agueda. No solo encontrarás casas, también galerías, cafeterías, barecitos y un hotel boutique, rodeados por muros de adobe y callejones empedrados.
Para explorar Val’quirico te recomendamos rentar una bicicleta en La Birota. Sobre dos ruedas visita algunas galerías de arte y diseño, como Casa Umbra, que ofrece artículos hechos en papel maché y vidrio.
Si te da sed, estaciona la bici frente a La Route Des Vins, una terraza especializada en coctelería a base de vinos. Compra tu canasta para hacer un picnic en las áreas verdes del pueblo. También encontrarás una amplia variedad de restaurantes. Pasa la noche en Canaria, un hotel boutique de tres habitaciones. www.valquirico.com
(Foto: Cortesía Val’quirico)
2. VUELO EN GLOBO, HUAMANTLA
Poco antes del amanecer, los pasajeros se reúnen en el patio central de la hacienda pulquera San Diego Baquedano para ver el inflado de su globo.
Mientras el fuego calienta el aire que los elevará al cielo, les proporcionan mantas y una taza de chocolate porque el frío matutino puede golpear “recio”.
Desde tierra se ven los primeros rayos de sol que iluminan las faldas del volcán La Malinche, pero el paisaje se aprecia mejor cuando la canastillas comienza a elevarse. La vista no solo se dirige hacia la montaña, también a los campos de maguey y de maíz, característicos del pueblo de Huamantla.
A mitad de la travesía, el piloto sirve vino espumoso para brindar con los pasajeros. La misma actividad se repite cuando regresen a tierra.
El vuelo dura entre 45 y 60 minutos, dependiendo de qué tan suaves sean las corrientes de aire.
Después de aterrizar, los viajeros regresan a la hacienda donde les espera un desayuno en el comedor principal y un recorrido por las instalaciones.
Pueden vestirse con atuendos del siglo XVI para escenificar la vida rural de la hacienda, de cuando se plantaba maíz y se extraía pulque.
Los llevan hasta los vestigios de una pequeña escuela construida para los hijos de los trabajadores, visitan la capilla con su piso de barro y aprenden a cocinar una sopa en estufa de leña.
Al final, los conducen hasta al ruedo de la propiedad para participar en una corrida de “toros”, pero con carretillas.
Precio: tres mil 16 pesos por persona. Incluye vuelo en globo y una noche d en la hacienda. www.wishbird.com.mx
(Foto: Sectur Tlaxcala)
3. LAS PAREDES HABLAN, CACAXTLA
Misterio, color y complejidad son las palabras para describir la zona arqueológica de Cacaxtla, situada a 19 kilómetros de la ciudad de Tlaxcala.
Después de la caída de Teotihuacán, surgieron grandes ciudades, como el Tajín y Cacaxtla, ésta última conformada por los pueblos olmecas-xicalancas que se asentaron en los valles de Puebla y Tlaxcala.
Su importancia comercial fue plasmada en frágiles paredes. A manera de murales los pobladores contaron sus batallas, historias traídas del mar, de las estrellas que los guiaban y de las aves que adoraban. Utilizaron el color de la obsidiana, la cal y otros minerales para que el tiempo no pudiera borrarlos.
Una de las pinturas relevantes de este patrimonio arqueológico es el Mural de la Batalla, de 22 metros de largo sobre un fondo azul. Aquí hay pintados más de 40 hombres atacando con cuchillos y lanzas a otro grupo.
(Sectur Tlaxcala)
El boleto de entrada a Cacaxtla es válido para visitar, en el mismo día, Xochitécatl, un centro ceremonial dedicado a Tlazoltéotl, la diosa de los niños recién nacidos y las cosechas.
El viaje debe complementarse con la visita al Santuario de San Miguel Árcangel. Según la leyenda, el mensajero de Dios hizo aquí su tercera aparición en 1631 para santificar un pozo de agua cristalina. Las dos anteriores manifestaciones fueron en Francia e Italia.
El viajero puede solicitar un poco de esa agua bendita en las oficinas de la parroquia. Es necesario llevar su propio recipiente.
Entrada a Cacaxtla: 65 pesos. Desde la ciudad de Tlaxcala, un taxi te lleva por 150 pesos.
En tour: 490 pesos por persona, incluye la
visita al santuario. www.mexicoviejo.mx
4. RUTA GASTRONÓMICA, TLAXCALA
La cocina tlaxcalteca tiene como ingredientes principales el maíz y el maguey. De éste último no solo se extrae el aguamiel para el pulque, también hay otro tesoro que crece en las pencas o en la tierra: gusanos, chinicuiles y escamoles. Te proponemos armar tu propia ruta gastronómica por la ciudad de Tlaxcala, para probar estas delicias.
Primera parada: Meztli, en el número 7 de la avenida Independencia. Es una terraza con vista a la Plaza Xicoténcatl. El platillo estrella es la pizza de gusanos y chinicuiles. La masa cocida a la leña se mezcla con queso fresco y albahaca, por último se agrega una generosa porción de insectos asados que se saborean mejor si se acompañan con un curado.
(Foto: Cortesía Meztli)
Segunda Parada: La Tía Yola, en la Plaza Xicohtencatl 7-1. Es una pulquería inspirada en las haciendas del estado.
Te sugerimos ordenar un mixiote de escamoles marinados en mantequilla y chile rojo y una “catrina” de piñón, el vaso tradicional de pulque.
Última parada: Mesón Taurino, en Independencia 12. Cierra el tour con una ronda de mezcales regionales (en Tlaxcala se destila desde hace 400 años) y una cazuela de chinicuiles y gusanos blancos fritos con hierbas y chile en polvo.
5. RAPPEL Y MÁS PULQUE, TLAXCO
Bosques, quebradas y cascadas escurriendo entre los cerros es lo que se aprecia cuando se llega a Tlaxco, a unos 50 minutos de la capital del estado. Los caminos hacia este Pueblo Mágico están llenos de centros ecoturísticos, como Al final de la Senda. Su atracción estrella es un circuito de siete tirolesas, cada una de 140 metros de largo que te harán volar entre las copas de los árboles.
Se organizan caminatas para ir a observar el salto de los venados cola blanca que habitan en la sierra y bajan hacia los arroyos en busca de agua. Si la oscuridad te atrapa, cuenta con cabañas desde mil pesos por noche para dos personas. www.alfinaldelasenda.com
La Hacienda Xochuca, a nueve kilómetros del centro de Tlaxco, se pinta sola para dar a conocer la tradición pulquera. Por 250 pesos te guían por los sembradíos de maguey y muestran la extracción del aguamiel. Después hay un recorrido al interior de la hacienda, hasta llegar a la cocina. Junto a sus antiguos fogones sirven mixiotes de pollo con pulques curados en el instante. haciendaxochuca.com
Hace más de 12 mil años, hombres y mujeres habitaron las cavernas de Tlaxco, dejando como único testigo de su existencia muros repletos de pinturas rupestres. Animales y danzas se plasmaron en la roca de La Peñuela. Para llegar al fondo de la caverna y ver los trazos se descienden cinco metros a rappel. Precio del tour: 500 pesos por persona. www.oactliexpediciones.mx
(Foto: Sectur Tlaxcala)