Las autoridades del pueblo de Bergün, en Suiza, lanzaron una medida que, aparentemente prohibe tomar fotos del destino, argumentando que podrían causar una sensación de infelicidad en las personas que no hayan tenido la suerte de visitar el lugar. Quien no obedezca esta medida será multado con cinco francos suizos ( 5.18 dólares) por cada imagen que haya tomado.
Bergün es un pueblo sacado de un cuento, con verdes montañas, colinas de flores y riachuelos."Se ha demostrado científicamente que observar hermosas fotografías de las vacaciones de amigos o familiares colgadas en las redes sociales puede hacer infeliz al espectador que no haya podido disfrutar de ese enclave", explica un comunicado de la oficina de turismo.
El monto recaudado, dicen, será destinado a ayudar a proteger el paisaje del pueblo. La iniciativa busca que las personas no se queden con los pintorescos paisajes del lugar que encuentran en internet y se acerquen a apreciarlos con sus propios ojos.
Así es como las autoridades encargadas de promover el destino, intentan capturar la curiosidad y atención de los viajeros. A final de cuentas, no es tan estricta como parece. La campaña revela que es posible tomar todas las imágenes que el viajero desee, siempre y cuando pida un permiso especial que es gratuito.