Un grupo global de aerolíneas ha solicitado a los gobiernos buscar alternativas a la extensión de la prohibición actual de dispositivos electrónicos de gran tamaño, asegurando que la medida podría costar a los pasajeros unos mil 100 millones de dólares al año y crear nuevos riesgos para la seguridad.
Funcionarios estadounidenses y europeos se reunieron para discutir la seguridad de la aviación, después de que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo que es probable que se extienda la prohibición de portátiles y tabletas en cabina, que actualmente afecta a los vuelos desde Medio Oriente y el norte de África.
Aerolíneas, aeropuertos y sindicatos de pilotos han expresado su preocupación por estas medidas y los posibles riesgos de incendio al colocar un número elevado de dispositivos con baterías de litio en la bodega.
Funcionarios de la Unión Europea pidieron también a Estados Unidos que comparta su información, asegurando que no ven pruebas que justifiquen las restricciones. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo, IATA, que representa a 265 aerolíneas, dijo que las actuales restricciones de dispositivos portátiles en vuelos procedentes de Oriente Próximo y el norte de África afectan a 350 vuelos a la semana, cifra que podría elevarse a unos 390 vuelos diarios si la medida se amplía a los aeropuertos europeos.
En una carta dirigida al jefe de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, y a la comisaria de Transporte de la UE, Violeta Bulc, el jefe de la IATA, Alexandre de Juniac, pidió a los gobiernos que estudien alternativas, como métodos para detectar trazas de explosivos en los controles aeroportuarios, un mejor entrenamiento del personal y la utilización de expertos que detectan comportamientos anormales en los pasajeros. "Estas medidas alternativas también evitarían la concentración de dispositivos alimentados por baterías de litio en la bodega de los aviones, lo que se considera una amenaza adicional de seguridad", escribió De Juniac.
De acuerdo a sus propios datos y los de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, IATA, estimó que extender la prohibición actual costaría a los pasajeros 655 millones de dólares al año en pérdida de tiempo productivo, 216 millones de dólares en viajes más largos y 195 millones de dólares en bienestar reducido. La asociación de aeropuertos ACI Europe dijo que entre el 60 y el 90 por ciento de los pasajeros que utiliza aeropuertos europeos se embarca con portátiles y tabletas y cualquier extensión de las restricciones requeriría un gran aumento en el personal de seguridad en los aeropuertos.