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¿Te has preguntado cómo es que que los grandes monumentos se mantienen limpios aún con el paso del tiempo? Existe un grupo de hombres que se cuelgan a más de 30 metros de altura para dejar impecables algunos monumentos icónicos en el mundo.
La encargada de cumplir estas funciones es la empresa alemana Kärcher. Sus más osados escaladores son capaces de subir hasta lo más alto del Cristo Redentor en Brasil, la Estatua de la Libertad en Nueva York o las antiguas columnas de la Ciudad del Vaticano, sin problemas. Ellos son los encargados de mantener los monumentos en perfecto estado para preservarlos y que luzcan atractivos.
Thorsten Möwes es un profesional alemán que forma parte del valiente equipo. El especialista detalló al diario británico The Independent que su más complicada experiencia fue limpiar el London Eye en Londres, a 135 metros de altura. Su grupo debió trabajar durante una noche nevada, puesto que a la mañana siguiente el monumento londinense tenía que estar en funcionamiento.
Un trabajo nada fácil
Equipados con cascos, arneses y cuerdas, el staff de limpieza especializada debe utilizar cualquier grieta en la construcción para seguir escalando los más altos monumentos del mundo. Cuando el acceso es casi imposible, un helicóptero los traslada hasta la cima. Eso fue lo que hicieron para dejar impecable el monte Rushmore y las estatuas talladas de cuatro expresidentes estadounidenses.
Kärcher inició como un pequeño proyecto en la ciudad de Winnenden, Alemania. Su novedosa propuesta llevó a sus empleados a viajar por todo el mundo. Incluso han llegado a espacios protegidos como la Ciudad Prohibida de China o el coloso de Memnon, en Egipto. Para realizar la limpieza utilizan una máquina de chorros de agua a alta presión que ellos fabrican. Trabaja en colaboración con la comisión de la UNESCO en Alemania y con restauradores para determinar los métodos de limpieza adecuados, así como para contribuir a la conservación cultural.