Ubicadas al sureste de las Bahamas, las islas Turcas y Caicos son paradisiacos escenarios a lo largo de un archipiélago de ocho islas principales y más de 40 cayos, donde la exuberante vegetación tropical, las playas de arena blanca y las aguas cristalinas son la constante.
Dentro de ellos, Parrot Cay se ha consolidado —desde su inauguración a finales de la década de los noventa — como uno de los máximos exponentes de privacidad, lujo y glamour, que nada tiene que ver con los clásicos estereotipos de los spots caribeños concurridos por miles de turistas que bajan de un crucero.
Operado por la prestigiada firma hotelera Como, es el lugar perfecto para quienes buscan simplemente descansar y disfrutar del entorno, donde los horarios y códigos estrictos de formalidad no tienen cabida.
Este exclusivo resort —que se extiende sobre una superficie de poco más de cuatro kilómetros cuadrados— dispone de 74 villas y habitaciones, además de una serie de residencias separadas del resto del complejo.
Su arquitectura fusiona elementos contemporáneos y caribeños con un estilo que podría definirse como de sencilla elegancia y en el que los colores claros y el uso de materiales naturales aportan una sensación total de serenidad.
Aunque es apto para estancias en plan familiar, la mayoría de sus actividades y facilidades está más bien enfocada a una clientela adulta, sobre todo a parejas en plan romántico o de luna de miel, con variedad de opciones: tomar el sol en su tranquila playa, practicar buceo, windsurf o kayak, jugar tenis, tomar un recorrido guiado hacia las islas cercanas o solicitar una cena gourmet con maridaje en el restaurante Lotus.
Shambhala Spa es por mucho la mejor experiencia del lugar. Un retiro de inspiración holística que combina la espiritualidad de las tradiciones curativas asiáticas con elementos naturales, con sesiones de yoga, meditación o pilates.
Si viajas en plan relax al cien por ciento, reserva una cabaña privada hasta por ocho horas donde además de dejarse consentir con una selección de tratamientos personalizados, es posible tener un almuerzo saludable, diseñado según las preferencias de cada huésped.
El acceso a este privilegiado refugio es solo a través del yate privado del resort desde las Islas Providenciales. Las tarifas por noche, dependiendo del tipo de alojamiento elegido, empiezan a partir de los 500 dólares (comohotels.com).