Fundada en 1147, Moscú no solo es el centro político, financiero y cultural de Rusia, es también una auténtica ciudad museo donde monumentos, parques y edificaciones ofrecen un recuento sobre su histórico pasado y su proyección a futuro.
Aristocrática y cosmopolita, moderna y vibrante es, a pesar de sus dimensiones, una urbe que se presta para recorrerla a pie, a bordo de un barco por el río o utilizando su red de transporte (de las mejores del mundo).
LO IMPERDIBLE
1. Hospedarse en el señorial Hotel National (www.starwoodhotels.com) predilecto de celebridades y jetsetters.
2. Pasear por la emblemática Plaza Roja, recorriendo algunos de los edificios más representativos que la rodean: el Kremlin (compra los boletos con anticipación por internet), la Catedral de Cristo Salvador y la de San Basilio.
3. Recorrer en barco el río Moscova y ver desde una perspectiva diferente monumentos icónicos como el Convento de Novodevichy o el Parque Gorky.
4. Comprar entradas para asistir al ballet en el Teatro Bolshoi. Consulta la cartelera porque en verano suele estar cerrado.
5. Caminar por la bohemia calle peatonal Arbat, de los puntos turísticos más visitados después de la Plaza Roja, plagada de tiendas, restaurantes y artistas callejeros.
6. Shopping en la calle Tretyakov o en los lujosos centros comerciales CUM y TSUM.
7. Subir la colina Chertolsk para ir a la Catedral de Cristo Salvador y ver una de las panorámicas más bonitas de Moscú al atardecer.
8. Tomar el metro, pues muchas de sus estaciones son auténticas joyas del arte y la arquitectura. Destacan las de Komsomolskaya, Kurskaya, Belorusskaya y Kiyevskaya.
9. Una escapada a Kolomenskoye, antiguo sitio de veraneo de la nobleza. Ahí encontrarás el Palacio de Madera del zar y las iglesias de la Virgen de Kazán y de la Ascensión.
10. Agendar una visita guiada a la Galería Estatal Tretyakov, dedicada a las bellas artes rusas, y al Museo Pushkin para apreciar su gran colección que abarca desde arte egipcio, asirio y bizantino hasta pinturas de grandes maestros de los siglos XIX y XX.
11. Reservar mesa para comer o cenar en: el Café Pushkin, con auténtica cocina rusa en histórico setting; en Selfie, una propuesta de fusión y gran carta de vinos en moderno ambiente, o en White Rabbit, entre los “50 Best Restaurants” del mundo. Es romántico, tiene espectaculares vistas y una cocina rusa gourmet contemporánea, a cargo del chef Vladimir Mukhin. En el piso 16 del Pasaje Smolenskiy.