1. Los tonos rosados no son los únicos que iluminan el interior de Nasir Al-Mulk, una mezquita de la ciudad iraní de Shiraz. La también llamada Mezquita Rosa destaca del resto por sus vitrales que proyectan un atractivo juego de luces de colores. El recinto ostenta una decoración abigarrada –tradicional de la arquitectura islámica- en sus bóvedas, columnas, muros y alfombras. Su construcción comenzó en 1888.
2. Ornamentada con mármol blanco, mosaicos con motivos florales, piedras semipreciosas, la alfombra más grande del mundo en su interior, La Gran Mezquita de Sheikh Zayed, en el emirato de Abu Dabi, abre las puertas a todos los turistas que muestren respeto. Fue inaugurada en 2007. Tiene 82 cúpulas y alrededor de mil columnas las sostienen.
3. Al sur de Jordania se levanta una tumba monumental, “El Tesoro” de la ciudad perdida de Petra, esculpida por los nabateos en el siglo I a.C. en la roca viva. De noche, hay un espectáculo de luz y sonido al pie de este monumento, que se ilumina con cientos de velas.
4. El Templo de Luxor se levantó en la orilla oriental del Nilo, en Tebas, antigua capital de Egipto. Fue construido entre los años 1400 y 1000 a.C. Uno de sus obeliscos se encuentra en la Plaza de la Concordia de París. En su edificación intervinieron muchos faraones, entre ellos Ramsés II.
5. Chaouen o Chefchaouen es la ciudad azul de Marruecos, en la cordillera del Rif. Fue fundada en el siglo XV y la razón de su color, dicen, es para reproducir el cielo azul de la región y recordar el poder de Dios. Hay autoridades encargadas de que las tonalidades se apliquen correctamente.
6. Le llaman “la Puerta al infierno”. El pozo ardiente de Darvaza se formó en pleno desierto de Turkmenistán, en la provincia de Ahal, en 1960, cuando ingenieros rusos hicieron explotar un pozo de gas. La tierra se hundió y desde entonces no ha dejado de soltar llamaradas. Tiene alrededor de 30 metros de profundidad.
7. De Capadocia, en Turquía, destacan sus chimeneas de hadas: enormes columnas de piedra de hasta 30 metros de altura, coronadas por una especie de “capuchón”. Dentro de estas formaciones naturales se construyeron casas, iglesias y, ahora, hay hasta hoteles. Este paisaje comenzó a formarse hace unos 40 millones de años.