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Viridiana Ramírez
A las faldas del Tepozteco se levantó Amomoxtli, un refugio para disfrutar del cielo abierto, la protección de la sierra y la sombra de árboles centenarios.
Sus cabañas son rústicas, con apenas unos cuantos muebles tallados a mano y lámparas de buró, pero el detalle que las hacen especiales es el kit de bienvenida para sus huéspedes: dentro de una bolsa de rafia se colocan flores, jabones y champús orgánicos, repelente y pantuflas.
Además, cada habitación tiene una vista peculiar, ya sea al Tepozteco o a sus jardines tranquilos (que se aprovechan para ofrecer masajes o tratamientos de spa).
Programan actividades de aventura, como rappel, senderismo con diferentes niveles de dificultad, vuelo en parapente y paseos en bicicleta por la Cordillera de los Ríos.
Habitaciones desde dos mil 400 pesos por noche, incluye desayuno.
www.amomoxtli.com
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