El Museo del Palacio en Beijing abrió un taller de conservación para permitir que el público, a través de citas, vea de primera mano la restauración de antigüedades, difundiendo así la idea de la protección del patrimonio cultural.
El taller es el mayor centro de conservación de patrimonio cultural en China. Utiliza técnicas tradicionales, pero está equipado con instalaciones científicas avanzadas. Se ubica cerca del muro occidental de la Ciudad Prohibida, con un superficie de 13 mil metros cuadrados. Está dividido en tres áreas: laboratorios científicos, estudios y administración.
El museo también estableció un centro educativo para organizar actividades educativas y de investigación para los visitantes.