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Son calles fuera de lo común: curvilíneas, estrechas o que parecen arcoiris. Rompen récords mundiales y se han convertido en un gran atractivo en cuatro ciudades. ¿Ya las conoces?
1. La más colorida
La calle Crémieux, cerca de la Gare de Lyon, en París, fue abierta a mediados del siglo XIX, durante las grandes obras de transformación, impulsadas por Napoleón III. A lo largo de una cuadra y media, las fachadas de sus casas, todas muy parecidas, han sido pintadas con distintos tonos y decoradas con frescos en trompe-l-oeil.
También es una de las arterias más armoniosas de París y, como aún no es descubierta por el turismo masivo, conserva un ambiente de barrio.
2. La más sinuosa
La calle más empinada del mundo se encuentra en Dunedin, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Pero es en San Francisco donde las pendientes se han convertido en atracción, sobre todo los tramos de las calles Lombard y Filbert, en el barrio de Russian Hill. La primera ostenta, además, el título de “calle más sinuosa del mundo”, entre Hyde y Leavenworth. La pendiente es atenuada por las curvas y contracurvas, a diferencia de la calle Filbert, que alcanza una pendiente mayor a los 30°.
3. La más corta del mundo
Tal como lo autentificó el Record Guinness, tiene sólo dos metros y medio de largo. Es el espacio que ocupa una sola casa entre dos calles, un edificio de piedra con un techo de grandes chimeneas. Se encuentra en Escocia, en el puerto de Wick. Existe desde 1883 y se llama Ebenezer Place. Tiene una sola dirección, el 1: la puerta de un pub.
4. Para pasar de costado
En Reutlingen, cerca de Stuttgart, está La Spreuerhofstrasse, oficialmente la callecita más estrecha del planeta. En su punto más angosto apenas pasa una persona, y con trabajo, pues mide apenas 31 centímetros. Aunque tenga el título de “Engste Strasse der Welt” (la calle más estrecha del mundo), tiene el aspecto de un pasadizo entre edificios. Existe desde 1727.
