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1. El auge del turismo LGBT
Los destinos que quieren posicionarse en este sector tienen que demostrar que son seguros, tanto en la seguridad física como verbal. Fort Lauderdale, Florida, es el mayor destino transfriendly.
2. Llegan los robots
Esta tendencia en los hoteles es una verdadera revolución. Hay robots-conserjes y amas de llave, como Mario, en el Marriott de Gante, o Connie, en un Hilton de Virginia. Todo el Henn na Hotel de Nagasaki, Japón, está atendido por robots.
3. Lujo más allá del lujo
Las empresas lanzan propuestas basadas en la slow-life y principios como el cuidado del medio ambiente. Además del trato personalizado, cuidan el valor del tiempo y de la vida privada, garantizando zonas libres de paparazzi.
4. Los viajes culturales
Una modalidad clásica de viajar es a través de rutas o circuitos. En Europa muchas están basadas en personajes y obras literarias, como la Ruta de Ricardo Corazón de León, la de los Cuentos de Hadas o la de los Teatros Históricos.
5. El turismo ecorresponsable
Uno de los casos más sonados fue la decisión de SeaWorld de abandonar los espectáculos con animales a mediano plazo. Surgieron varios premios para incentivar este movimiento, como los “National Geographic World Legacy Awards”, que toman en cuenta las iniciativas para proteger el paisaje para un turismo totalmente controlado.
