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Nadie sabe quién los puso ahí, pero se han convertido en todo un atractivo turístico. En la montaña de Aspen hay más de 100 altares ocultos, dedicados a artistas, personajes, a ciertos deportes No hay que ser un Sherlock para encontrarlos, pero sí demostrar tus habilidades en el esquí y meterte por caminos intrincados entre los árboles.
No cualquiera sabe que estos altares existen. Es una de las atracciones menos conocidas de Aspen, Colorado, aunque es el único destino de esquí con esta peculiaridad. Es más famoso por el pueblo que le da nombre, el cual tiene origen minero y un aire del Viejo Oeste.
Prepara tu “cacería”
No se sabe exactamente cuándo comenzó esta tradición, pero se cree que el primero, dedicado a Elvis Presley, apareció a finales de los años setenta. También se dice que al principio se ponían como puntos de referencia en la montaña, para guiarse entre los senderos. La práctica se popularizó en los noventa.
Temáticas sobran, pero los más famosos corresponden a músicos como John Denver y Jimi Hendrix. Existe uno sobre golf, uno para Marilyn Monroe, uno más para Snoopy y otro en memoria de las víctimas del 11 de septiembre.
No se trata de capillas o monumentos, sino ofrendas con toda clase de objetos que la gente deja ahí, como fotos enmicadas pegadas a un árbol, placas y guitarras. En algunos hay botellas de whiskey o instrumentos de esquí. Tiene un poco de underground, ya que no es una actividad promocionada, pero tampoco está prohibida.
El resort de invierno se compone de cuatro montañas: Aspen, Snowmass, Highlands y Buttermilk. Las ofrendas se ubican en las dos primeras. La señalización es inexistente: debes preguntar para hallarlos y todo local que se respete podrá darte la referencia de al menos uno.
Hay que saber esquiar, pues no están en las pistas y es necesario meterse al bosque. Si eres principiante puedes recorrer el terreno en raquetas de nieve; es muy cansado, pero vale la pena.
Un poco de arte y ciencia
El pueblo también es conocido por su lado artístico. El Aspen Art Museum está enfocado en el arte contemporáneo, y se aloja en un edificio diseñado por Shigeru Ban, ganador del premio Pritzker en 2014; la entrada es gratuita. Durante la temporada decembrina presentará una instalación del artista británico Gary Hume, que consta de un muñeco de nieve de tres metros.
Si eres más observador de la naturaleza, el Aspen Center of Environmental Studies organizará miniclases de astronomía en Hallam Lake, todas las noches desde el 12 al 26 de diciembre.