samantha.guzman@clabsa.com.mx
La entrada no podría ser menos atractiva: una puerta de refrigerador en la parte trasera de una taquería. Por dentro no hay despensas, sino un bar de luz tenue, apariencia lujosa y tragos con estilo. Nadie llega por casualidad, porque afuera no hay señal de su existencia. Solo unos pocos se vuelven cómplices de su ambiente íntimo. Es Jules Basement, un bar speakeasy.
El término se puso de moda en los años veinte, durante la Era de la Prohibición en Estados Unidos. La venta de alcohol no estaba permitida, y se le llamó speakeasy a los clubes clandestinos, como los que manejaba Al Capone en Chicago. Los bares inspirados en la estética de estos establecimientos se han vuelto tendencia en años recientes. Te presentamos tres de ellos ubicados en la Ciudad de México.
Jules Basement
Su aspecto es un tanto excéntrico, pero sobrio y elegante. Predomina el color negro y tiene detalles metálicos que le dan un toque industrial. Dentro de las mesas, con forma de cubo transparente, hay grandes cráneos decorativos.
El nombre del bar es un guiño de su ubicación: la calle Julio Verne. Cuando se inauguró, en 2012, era la única referencia para encontrarlo, pues se daba a conocer de boca en boca. El acceso no es restringido: solo debes hacer una reservación a través de su sitio web.
Aunque impera la música house, dos veces a la semana suena el jazz. Incluso se llevan a cabo eventos dedicados a este género. En noviembre, celebrará su quinto Festival de Jazz.
Hay coctelería clásica y tragos de creación propia. Uno de ellos es Matatlán, una infusión de mezcal con pimienta negra, Aperol, Cointreau y bitters de cardamomo.
Julio Verne 93, Polanco. www.julesbasement.com
Poe
Si eres fan de Edgar Allan Poe, el lugar está hecho a tu medida. El autor, y específicamente su obra El cuervo, son el tema que inspiró su atmósfera gótica. Puedes ver uno que otro cuervo en la decoración, y en una de las paredes está un fragmento del poema, cuyas letras pueden ser bien apreciadas únicamente con luz negra.
Está detrás de la cocina del restaurante de hamburguesas Partners and Brothers. Para acceder al bar, debes reservar por su página de Facebook. Necesitas la contraseña del día y un sello que te pondrán al llegar. Una pared rayoneada y un pasillo oscuro, señalan la entrada.
No te dejes engañar por su look lúgubre. La música de Dash Berlin y Armin van Buuren te invita a bailar.
Algunos cocteles son receta de la casa, creados con el apoyo de Limantour. The Raven es la bebida insignia: lleva mezcal, Jägermeister y miel de ajenjo; se sirve en un matraz con hielo seco.
Tampoco te pierdas el coctel Noche Plutónica, con tequila, Cointreau y frambuesa; y Eleonora, con vodka y pepino macerado.
Oaxaca 79, Roma. www.poespeakeasy.com
Xaman
Más que un bar, se define como una experiencia creada a partir de los conceptos del chamanismo, la cultura prehispánica y la conexión con la naturaleza. Aquí, el bartender representa a un chamán, y aplica la herbolaria en la coctelería. Cada bebida contiene al menos un ingrediente de origen prehispánico. El “Crudandero” es su trago más representativo: preparado con mezcal, Dry Curacao, Aperol, miel de agave, jugo de limón, y agua tónica.
Uno de sus cocteles se sirve en una tetera de barro y tazas. Esta costumbre también está inspirada en la Prohibición.
No hay ninguna restricción para entrar, pero la entrada se encuentra un poco perdida en medio de la calle.
Hay elementos en la decoración, relacionados con una ceremonia: hierbas, esencias y estructuras que parecen yurtas.
Copenhague 6, colonia Juárez. Facebook: Xaman