En Teapa, cientos de estalactitas dan la bienvenida a los exploradores que desean conocer estas grutas ubicadas en las entrañas del Cerro de Coconá. Los reflectores iluminan las formaciones rocosas bautizadas como: el monje, la familia de King Kong, la rana y el racimo de plátano. Mientras se adentran, encontrarán pequeños escurrimientos de agua habitados por peces ciegos. Dice una leyenda que aquel que se empape el rostro tendrá el milagro de la eterna juventud. Algunos salones están inundados, por lo que los guías proporcionan chalecos de flotación y cascos para poder cruzar al sitio donde se encontraron restos óseos de un mamut. Las grutas se encuentran a 60 km de Villahermosa.
Los “soldados de agua”, como llaman los guías a los visitantes, ponen a prueba su resistencia física caminando dentro de las pozas de agua sulfurosa, tan características de Kolem Jaá, centro ecoturístico del Pueblo Mágico de Tapijulapa. Los retos a los que se enfrentan es el cruce de puentes colgantes construidos con cuerdas, pedazos de maderas y cadenas. Una caída significaría bañarse en aguas pantanosas. También rapelean y caminan por senderos donde crecen hongos y orquídeas. El mejor obstáculo es un circuito de 10 tirolesas que los hace volar sobre las copas de los árboles. Al final, el esfuerzo es recompensado dentro de los jacuzzis naturales que forma una cascada de 20 metros de altura. Dentro del parque hay cabañas y restaurante.
www.kolemjaa.com
La unión de los ríos Grijalva, Usumacinta y San Pedro crean una de las Reservas de la Biósfera más importantes de América: los Pantanos de Centla. Sus aguas dulces son navegables en lancha, que se internan en el laberinto que forman los mangles rojos, hogar de cigüeñas, patos, tortugas y monos aulladores. En los alrededores hay torres de observación para admirar su grandeza, pero los guías son los mejores “binoculares”: ellos saben perfectamente cuáles son las zonas donde habitan cocodrilos y manatís. Los paseos pueden extenderse hasta la zona de playas, para navegar en kayak o simplemente jugar con las olas del golfo de México.
Entre la selva frondosa y la sierra escarpada de Huimanguillo, se desploman tres cascadas perfectas para rapelear. Una de ellas es Las Flores, con 200 metros de altura cuyas aguas desembocan en un socavón con pozas cristalinas. Mientras se desciende, ayudados por una cuerda y arnés, se puede observar más de 60 petrograbados que decoran las paredes y el vuelo de diferentes especies de aves, como guacamayas. Al finalizar, se emprende una caminata por en medio del río que forman las cascadas y cuyo cauce es escalonado. En ocasiones hay que realizar saltos. Dentro del parque ecoturístico Agua Selva hay cabañas y recorridos a pequeñas zonas arqueológicas de la etnia zoque. www.aguaselva.com.mx
En Comalcalco se producen los más finos y aromáticos cacaos del mundo. Para comprobarlo, esta hacienda abre sus puertas como el único museo vivo donde se aprende sobre el cultivo del cacao hasta su transformación en exquisitas barras de chocolate. Los recorridos por la propiedad, de 50 hectáreas, se realizan por las plantaciones y cuarto de máquinas para trabajar el cacao, siguen por la fábrica y terminan con una degustación de chocolates, que si el viajero lo pide pueden maridarse con tequila o mezcal. También está el taller para elaborar tu barra de chocolate con asesoría de un chef repostero.
haciendalaluz.mx
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