Pequeña y encantadora, la capital de Eslovaquia se ha convertido en uno de los place to be del centro de Europa. A poco más de hora y media de camino entre Viena y Budapest (el recorrido en barco por el Danubio es un must), Bratislava es gran opción para planear una escapada de unos cuantos días.
PARA CONOCER
- Bratislavsky Hrad. De visita obligada. Emblemático castillo que durante 200 años fue hogar de la monarquía húngara; actualmente alberga el Museo de Historia.
- Stare Mesto. Casco antiguo donde se mezclan vestigios medievales y construcciones barrocas con tranquilas y pintorescas calles peatonales. Mis sitios imperdibles: Puerta de San Miguel, Plaza Mayor, Palacio del Primado y Antiguo Ayuntamiento.
- Catedral de San Martín. A las afueras del Stare Mesto; lugar de coronación de los reyes húngaros entre mediados del siglo XVI y XIX.
- Iglesia de Santa Isabel. Conocida como la Iglesia Azul, es uno de los mejores ejemplos en Europa de arquitectura sacra art nouveau.
- Palacio de Grassalkovich. De estilo rococó que solía ser utilizado como residencia de veraneo de la corte húngara. Desde 1996 es sede de la presidencia eslovaca.
- Novy Most. Une la parte antigua con la nueva. Desde su estructura tipo platillo volador —llamada UFO— hay un mirador.
Castillo de Devin. A unos 15 kilómetros de Bratislava, en lo alto de un precipicio donde confluyen los ríos Danubio y Morava.
Cerveny Kamen. De los castillos mejor conservados de Eslovaquia en la región de los Pequeños Cárpatos, famosa por sus viñedos y pueblos dedicados a la porcelana.
PARA DORMIR
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- Marrol’s. Chic hotel boutique con aires retro en tranquilo spot del casco histórico. Pequeño spa con sauna. Sustanciosos desayunos. Tobrucka 4. www.hotelmarrols.sk
PARA COMER
- Albrecht. Cocina contemporánea. Materia prima de calidad de productores locales y sazón con fuerte influencia francesa en refinado setting. Acertada carta de vinos. Mudronova 82.
- Savoy. Cocina regional. Clásico feudo del distrito histórico. Tradicionales especialidades locales con acento moderno. Menú vegetariano. Para desayuno o comida casual. Plaza Hviezdoslavovo 3.
- Traja Musketieri. Cocina europea. Bohemio y rústico, tipo antigua bodega. Cocina sin pretensiones pero con sazón casera. Buena relación precio-calidad. Sladkovicova 7.
- Zylinder. Cocina centroeuropea. Ambientación y platillos inspirados en la época del Imperio Austrohúngaro en plena zona histórica. Carta de vinos con énfasis en etiquetas locales. Plaza Hviezdoslavovo 19.