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A pesar de haber sido literalmente arrasada durante la Segunda Guerra Mundial y de su turbulento pasado asociado con la época de dominación soviética, la capital polaca es indudablemente uno de los más notables ejemplos de reconstrucción. Reconciliada con su historia, es hoy una urbe romántica y eco-friendly que ha recuperado el señorial estilo de antaño.
PARA CONOCER
- Casco antiguo. Pintoresca zona formada por la Ciudad Vieja (Stare Miasto, Patrimonio de la Humanidad) y la Ciudad Nueva (Nowe Miasto). No dejes de visitar el Castillo Real, la Catedral de San Juan y la Plaza del Mercado.
- Trakt Królewski (Camino Real). Emblemática avenida convertida en ruta histórica que une al Castillo Real con el Parque del Palacio de Lazienki y el Palacio Wilanów, además de otros importantes sitios como las animadas calles Krakowskie Przedmiescie y Nowy Swiat (en verano repletas de terrazas), el Palacio Presidencial y la Iglesia de la Santa Cruz, que resguarda la urna con el corazón de Chopin.
- Museo del Levantamiento de Varsovia. Una visita obligada para acercarse a la historia contemporánea del pueblo polaco.
- Palacio de las Ciencias y la Cultura. Símbolo de la era socialista y el edificio más alto de Polonia, considerado Monumento Nacional.
- Museo Nacional de Varsovia. Entre los más modernos de Europa. El acervo supera las 800 mil obras de arte polaco y mundial.
- Museo Fryderyk Chopin. Dentro del Palacio Ostrogski, interactivo museo multimedia que incluye, entre otras cosas, manuscritos originales y el último piano del compositor.
- Centro de Ciencias Copérnico. Para quienes viajan con niños. El planetario es un must.
- Judaica. Antiguo gueto judío donde la sinagoga y el POLIN (Museo de Historia de los Judíos Polacos) merecen la pena.
PARA DORMIR
- Hotel Bristol. Elegancia y clase definen a este céntrico icono de la capital polaca, predilecto de celebridades. Servicio de primera. Buena gastronomía. Ideal para viajes de negocios o placer. Krakowskie Przedmiescie 42/44. www.starwoodhotels.com
PARA COMER
- Atelier Amaro. Cocina polaca de autor. Hot spot a cargo del chef Wojciech Modest, quien ha revolucionado la escena culinaria local con su propuesta evolutiva de marcada tendencia slow food. Agrykola 1.
- Brasserie Warszawska. Cocina francesa. Trendy y acogedor. Insumos de primera e irreprochable calidad en cortes de carne cocinados con sapiencia. Interesante carta de vinos. Gornoslaska 24.
- Rozana. Cocina polaca tradicional. Romántico setting de sencilla elegancia. Recetas de antaño ejecutadas a conciencia donde el pato es uno de los estelares. Tentadores postres. El must: mesa en el jardín. Chocimska 7.
- Senses. Cocina contemporánea. Aclamado feudo de fino minimalismo. Creativa y seria cocina con twist mediterráneo encabezada por el chef Andrea Camastra. Ideal para ocasiones especiales. Bielanska 12.