A pesar de su adverso y turbulento pasado, la capital alemana ha demostrado, como pocas ciudades del mundo, una increíble capacidad para regenerarse. Es referente de estilo vanguardista, cosmopolita y eco-friendly.
PARA CONOCER
Puerta de Brandeburgo y Reichstag. La primera data de 1788. Su diseño rememora la fachada monumental de la Acrópolis ateniense. El segundo, destruido y reconstruido en repetidas ocasiones, alberga a la Cámara Baja del Parlamento alemán (imprescindible hacer cita por internet). Su espectacular cúpula es obra de Sir Norman Foster.
Museumsinsel. Isla de los Museos. Complejo museístico de renombre mundial y Patrimonio de la Humanidad. Aunque, visitarlo a fondo requiere varios días, el Museo de Pérgamo es un must see.
East Side Gallery. El tramo más largo del muro original (1.3 km) exhibe más de un centenar de pinturas sobre sus paredes. Es considerada la mayor galería al aire libre del mundo.
Berliner Underwelten. Impresionante recorrido subterráneo a través de los bunkers construidos por Hitler y los túneles utilizados como vía de escape debajo del muro.
Memorial del Holocausto. Diseñado por Peter Eisenman, el espacio provoca sensaciones encontradas. Traducción literal del alemán: Monumento a los judíos asesinados en Europa.
Museo Judío. Del arquitecto Daniel Libeskind. Es un acercamiento a la vida e historia del pueblo judío en Alemania.
Berliner Dom Catedral. Suntuosa e imponente, construida sobre los cimientos de una pequeña iglesia barroca. Inmejorables vistas desde su cúpula.
Gedächtniskirche. Iglesia Memorial del Emperador Guillermo. De finales del siglo XIX, fue destruida por una bomba durante la Segunda Guerra Mundial. Sobre sus ruinas se construyó la actual iglesia dedicada a la paz y reconciliación.
Potsdamer Platz. Aunque la más importante de las plazas berlinesas es Alexander Platz, Potsdamer simboliza la ciudad moderna, abierta y tolerante. El proyecto arquitectónico y su ejecución estuvieron a cargo de Renzo Piano, Richard Rogers y Arata Isozaki.
KaDeWe (Kaufhaus des Westens). Es el tercer atractivo más visitado de la capital: un complejo con los mayores almacenes de lujo de Europa (al estilo del londinense Harrod’s).
Postdam. A 20 kilómetros de Berlín. Antigua residencia de la familia imperial prusiana, notable por la riqueza de sus palacios y jardines. Fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
PARA DORMIR
Adlon Kempinsiki. Icono de elegancia y sofisticación a unos pasos de la Puerta de Brandeburgo. Con spa y selecta oferta culinaria. Para viajeros exigentes. Unter Den Linden 17. www.kempinski.com
PARA COMER
Lorenz Adlon Esszimmer. Cocina contemporánea. Fino y exclusivo, dentro del Adlon. Creativo menú, gran cava y excepcionales vistas. Unter Den Linden 17.
Reinstoff. Cocina de autor. Minimalista y relajado al interior de antigua fábrica. Original propuesta encabezada por el chef Daniel Achilles. Schlegelstrasse 26C.
Tim Raue. Cocina asiática. Entre los 100 Best del mundo. Armoniosa fusión de sabores y texturas para paladares conocedores. Rudi-Dutscke Strasse 26.