Una réplica casi a tamaño natural de la Gran Esfinge de Guiza fue destruida, después de dos años de polémica y quejas de Egipto ante la Unesco informó el portal chino Sina.com.
La Esfinge, de 60 metros de longitud y 20 de altura está siendo desmantelada progresivamente, según muestran unas imágenes divulgadas por la web, en las que la copia aparece rodeada de andamios y ya “decapitada”.
El monumento era uno de los principales atractivos de un parque en las afueras de Shijiazhuang, una ciudad del norte de China, donde los turistas contemplaban, por 10 yuanes (un dólar y medio, o 1.3 euros), réplicas de la Esfinge, del Templo del Cielo de Beijing y de la pirámide del Louvre, entre otros monumentos.
En 2014, el Gobierno de Egipto señaló ante la Unesco que la imitación podía causar efectos negativos en su turismo ,ya bastante perjudicado por la inestabilidad política, y era poco fiel a la original por estar construida con cemento armado.
Los responsables chinos del parque ofrecieron una disculpa y prometieron que la estatua sería demolida, aunque supeditaron esa demolición al término del rodaje de varias películas o programas televisivos que entonces se preparaban.
La construcción de la copia costó unos 8 millones de yuanes (alrededor de 1.3 millones de dólares), y atrajo a miles de visitantes, sobre todo en los meses en los que arreció la controversia entre China y Egipto.
En China existe otra imitación de la Esfinge de Guiza en la provincia oriental de Anhui, en otro parque consagrado a mostrar bienes Patrimonio de la Humanidad.
Es una versión “mejorada” de la original, ya que la cabeza está policromada y tiene su nariz completa, lo que la asemeja, por otro lado, a la que adorna la entrada del casino Luxor en Las Vegas.